A semanas de que se cumplan veinte años de la masacre de Cromañón, la Legislatura porteña aprobó por amplia mayoría el proyecto para transformar en vitalicia la asistencia económica a los sobrevivientes y familiares de víctimas. Hasta ahora la reparación era provisoria, por lo que las organizaciones tenían que luchar cada tres años para aprobar sucesivas prórrogas.

El proyecto, que también reemplaza el concepto «tragedia» por el de «masacre», estipula la reapertura del padrón de la reparación, que además de la asistencia económica comprende programas de salud, salud mental y educación.

Las organizaciones denunciaban que el padrón había quedado muy retrasado con sobrevivientes y familiares sin acceder. Aunque se logró la reapertura, sin embargo, la oposición y las organizaciones denunciaron que sigue siendo limitada: sólo se podrán inscribir quienes hayan accedido a programas de salud por las secuelas de la masacre hasta agosto de este año.

UxP y la izquierda buscaron hasta el momento de la votación que eso se extendiera hasta diciembre, pero el oficialismo no aceptó esa modificación. La ley se aprobó casi por unanimidad, con la excepción del voto de Yamil Santoro, quien rechazó el carácter vitalicio de la asistencia al considerarla un «privilegio ilegal«.