Estas celebraciones, que incluyen desde reuniones laborales hasta encuentros familiares y de amigos, representan un respiro económico para el sector en un contexto de incertidumbre económica.
Mariano Carmona, vicepresidente de la Cámara Hotelera Gastronómica de San Juan, destacó la importancia de esta temporada para bares y restaurantes. “Las despedidas impulsan el consumo en diferentes formatos, desde cenas formales hasta cafés y meriendas. Esto nos ayuda a contrarrestar un año difícil para el sector”, señaló.
Las opciones varían según las preferencias y presupuestos de los sanjuaninos:
- Cafeterías: los tickets promedio oscilan entre $3.000 y $6.000.
- Almuerzos y cenas: pueden ir de $10.000 a $15.000, con picos de hasta $20.000 en casos especiales.
A pesar de la caída del poder adquisitivo y una baja de entre el 20% y 30% en ciertos segmentos, el nivel general de actividad para estas fechas se mantiene estable en comparación con años anteriores.
Más allá del alivio financiero, estas reuniones son una oportunidad para ofrecer experiencias memorables a los clientes. “Las despedidas de fin de año nos permiten cerrar el año de manera positiva y con algo de optimismo para el futuro”, expresó Carmona.
Además de las despedidas, las cenas durante las festividades también impulsan al sector, especialmente en Año Nuevo. Aunque los sanjuaninos prefieren celebrar en casa, la demanda por cenar fuera crece significativamente el 31 de diciembre.
«Los restaurantes que trabajan esa noche suelen hacerlo con reservas anticipadas y alcanzan un nivel de ocupación asegurado», explicó Carmona, quien también destacó que el buen clima favorece el uso de espacios al aire libre, un atractivo adicional para los clientes.
En este contexto, los gastronómicos sanjuaninos esperan aprovechar al máximo esta temporada para cerrar un año complejo con un balance alentador.
Op: Juan Llarena
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