La situación económica en Argentina ha tomado un giro crítico tras el cese del programa Precios Justos. Durante los primeros 11 días de diciembre, los indicadores reflejan un comienzo de ajustes de precios que se perfilan hacia un escenario de aumentos sostenidos, sin visos de detenerse.
El panorama económico bajo el mandato del presidente Javier Milei se torna alarmante para los argentinos, marcado por una situación fiscal crítica y una inflación desbocada que parece carecer de freno. Milei ha advertido sobre la urgencia de un «shock» fiscal, apuntando a reestructurar el gasto estatal sin perjudicar al sector privado, haciendo hincapié en la escasez de fondos. «No hay plata», señala de manera contundente.
Diversas consultoras, como GMA Capital Research, subrayan la gravedad de la situación macroeconómica. A pesar de que la inflación ya ha alcanzado niveles históricos en las últimas décadas, las proyecciones no vislumbran mejoras, especialmente debido al retraso en la actualización de precios regulados. Estas perspectivas sombrías predicen un posible pico inflacionario del 260% para el segundo trimestre de 2024, junto con un continuo declive económico hasta el cuarto trimestre de ese año, según Focus Economics.
Los indicadores actuales no ofrecen alivio a los ciudadanos, ya que la presión en los bolsillos se hace cada vez más persistente y las señales de mejoría económica no parecen divisarse en el horizonte cercano. Los pronósticos de economistas privados, recopilados por el Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central, sugieren que la inflación seguirá en aumento y se estima que podría cerrar el año 2023 en torno al 185%. Una cifra que pierde sentido en relación con las declaraciones de Milei durante su asunción.
Fuentes del supermercadismo del interior del país, consultadas por Ámbito, afirman que los incrementos de precios son constantes, afectando a todos los productos en diferentes magnitudes. En estos 11 días de diciembre, la mayoría de los alimentos ha registrado aumentos de al menos un 15%, variando entre un 5% y un 40% dependiendo de la situación de cada empresa.
Al abordar qué productos han experimentado los mayores incrementos, las fuentes subrayan que la situación es generalizada, sin excepción. «El que hoy quedó un poco retrasado, mañana te manda una lista con el 40% de aumento. Es generalizado. Nadie puede quedarse atrás porque perdería mucho dinero en poco tiempo. No es un problema de sectores o productos en particular, es el ajuste del que habló Milei ayer. Esto será prolongado», afirma la fuente del supermercadismo.
El sinceramiento de precios ya está en curso y parece no tener intenciones de detenerse, presentando un desafío económico significativo para el país en los próximos meses.
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