Los ataques aéreos y los bombardeos de artillería israelíes afectaban el sábado a Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, mientras Israel proseguía su ofensiva contra los militantes de Hamás con renovada fuerza tras el fin de la tregua a una guerra que dura ya casi dos meses.
Los medios de Hamás afirmaron que fallecieron unos 200 palestinos desde el final de la tregua, lo que se suma a los más de 15.000 muertos en Gaza desde el comienzo de la guerra, según las autoridades sanitarias del enclave.
Los bandos enfrentados se culparon mutuamente del fracaso de la tregua de siete días, durante la cual Hamás liberó rehenes a cambio de presos palestinos retenidos en cárceles israelíes.
Naciones Unidas declaró que los combates agravarían una situación de extrema emergencia humanitaria. «El infierno en la Tierra ha vuelto a Gaza», dijo Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU en Ginebra.
Los primeros camiones de ayuda desde el fin de la tregua entraron el sábado por el lado egipcio del paso fronterizo de Rafah, según informaron a Reuters fuentes de seguridad egipcias y de la Media Luna Roja.
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando militantes de Hamás cruzaron al sur de Israel y mataron a 1.200 personas, en su mayoría civiles. Más de 200 rehenes fueron llevados de vuelta a Gaza.
Israel respondió con una feroz campaña de bombardeos y una ofensiva terrestre que ha destruido amplias zonas de Gaza y desplazado a cientos de miles de personas en lo que se ha convertido en el episodio más sangriento del conflicto palestino-israelí.
El viernes hubo intensos bombardeos en Jan Yunis y Rafah, en el sur, según médicos y testigos. Los gazatíes desplazados se han refugiado allí debido a los combates en el densamente poblado norte del enclave, pero los residentes dijeron que temían que Israel estuviera preparando el avance de tropas terrestres sobre el sur.
Los panfletos lanzados por Israel sobre las zonas orientales de Jan Yunis ordenaron la evacuación a los residentes de cuatro pueblos, no a otras zonas de Jan Yunis como en el pasado, sino más al sur, a Rafah. «Han sido advertidos», decían los panfletos en árabe.
Los residentes salieron a la carretera con sus pertenencias amontonadas en carros, en busca de refugio más al oeste.
REPARTO DE CULPAS
El ejército israelí afirmó que había matado a numerosos escuadrones de combatientes en el norte de Gaza, incluso en un tiroteo en una mezquita utilizada por militantes de la Yihad Islámica como puesto de mando. Como señal de que estaba intensificando su control sobre el norte, también ordenó a los civiles de varios distritos de la Ciudad de Gaza que evacuaran inmediatamente la zona.
En el sur de Israel, las sirenas de los cohetes sonaron a primera hora del sábado en comunidades cercanas a la frontera con Gaza, pero no se informó de daños graves ni de víctimas.
Reuters no pudo confirmar las informaciones sobre el campo de batalla.
La tregua que comenzó el 24 de noviembre se prorrogó dos veces. No obstante, tras siete días en los que se liberó a mujeres, niños y rehenes extranjeros, así como a varios prisioneros palestinos, los mediadores no lograron encontrar una fórmula para liberar a más.
Israel acusó a Hamás de negarse a liberar a todas las mujeres que tenía retenidas. Un funcionario palestino dijo que la ruptura se produjo por las mujeres soldados israelíes.
Qatar, que ha desempeñado un papel central como mediador, declaró que proseguían las negociaciones con israelíes y palestinos para restablecer la tregua, pero que los nuevos bombardeos israelíes sobre Gaza habían complicado las cosas.
Un funcionario israelí en Washington declaró que es una «prioridad muy alta» conseguir la liberación del mayor número posible de rehenes.
«Y para ello, en los términos acordados, Israel está dispuesto a hacer pausas adicionales», dijo el funcionario, al tiempo que añadió: «Podemos negociar mientras seguimos luchando».
Sin embargo, el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, dijo en Estambul que la posibilidad de paz en Gaza tras la pausa se había perdido por el momento debido a lo que calificó de actitud intransigente de Israel.
En una señal del peligro de que la guerra se extienda a otros frentes, Israel bombardeó por segundo día posiciones de Hezbolá en el sur de Líbano. Hezbolá declaró que uno de sus combatientes había muerto.
Por: Rodo Galdeano
Fuente: Ámbito
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