Costa Rica, el país en el que los talleres mecánicos ya no tienen olor a aceite

El Mundo

Entre los países de América Latina, Costa Rica se presenta como el que ha alcanzado el mayor desarrollo en infraestructura de recarga para vehículos eléctricos y con la mayor participación de automotores de esa modalidad sobre el total de vehículos, si bien no cuenta con producción propia.

Con una superficie de 51.100 kilómetros cuadrados (similar a la de la provincia de Jujuy), el país centroamericano cuenta en la actualidad con 249 cargadores eléctricos (más que los relevados en todo el territorio argentino), con lo que supera con creces la dotación de un equipo de recarga cada 200 kilómetros, necesaria para garantizar el recorrido de un auto por todo el país.

«En Costa Rica los talleres mecánicos ya no tienen olor a aceite», aseguró Silvia Rojas Soto, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible (Alamos) y directora de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove), en alusión a cómo el impulso a la electromovilidad modificó también a otros sectores de la economía y la vida cotidiana en general.

En el lanzamiento de la Ruta Eléctrica del Cono Sur que se realizó en las instalaciones de Sero Electric, dentro de la Base Aérea de Morón, Rojas planteó que la electromovilidad no se trata de una iniciativa para el futuro sino que en muchos países forma parte de la vidas cotidiana y aseguró que los resultados son favorables, al punto que «nadie que tiene un vehículo eléctrico quiere volver a uno de combustión».

Para explicar ese concepto, el presidente de la Asociación Gremial de Vehículos Eléctricos de Chile (AVEC), Rodrigo Salcedo, recurrió a una escena que se está haciendo cada vez más habitual: «la gente cree que los autos eléctricos son algo de ciencia ficción, de un futuro muy lejano, pero después va al supermercado y paga la cuenta con un celular».

Rojas remarcó la importancia del trabajo conjunto de los emprendedores del sector con las autoridades y al respecto puso de relieve la importancia de las políticas públicas, que en el caso de Costa Rica se plasmó en 2018 con la sanción de la Ley 9.518 de Incentivos y Promoción para el Transporte Eléctrico.

Entre esos incentivos están los «parquímetros exonerados» (estacionamiento libre y gratuito) y la denominada «placa verde», patente que identifica al vehículo eléctrico exento del pago de la tasa correspondiente.

Pero el principal impulso vino de la mano de los recortes impositivos, que permitieron que el precio de los autos eléctricos «baje un 45%».

En los cinco años transcurridos, Rojas resaltó los avances, reflejados en que del total de automóviles vendidos en Costa Rica en lo que del 2023, el 11% son 100% eléctricos y que de los 460 modelos existentes en el planeta, 60 circulan por territorio costarricense.

Al respecto, aseguró a Télam que en su país ya ven a los autos híbridos «como algo superado, porque tienen motor de combustión, al que hay que ponerle gasolina, tiene mufla (escape) y genera emisiones».

«Ya tenemos vehículos con 500 kilómetros de autonomía, cuando se ofrece uno de 400 kilómetros, se lo veo como un modelo viejo, como un iPhone 5», finalizó, con una comparación que remite a tiempos en los que -como hoy los autos eléctricos- los teléfonos celulares parecían una extravagancia.

Por: Rodo Galdeano
Fuente: Ámbito

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