Se aguardan más restricciones en los gastos de ropa, salidas y gastronomía.
El consumo caerá el próximo año debido al escenario de estanflación que enfrentará la economía, que impactará en el poder adquisitivo de los hogares, de acuerdo con especialistas consultados por Télam.
«El año próximo va a ser un año complicado, donde el consumo masivo probablemente termine en negativo, algunos pronósticos hablan de cinco puntos de retracción», dijo a Télam el director de la consultora Scentia, Osvaldo Del Río.
Analizó que «el año que viene habrá definiciones macroeconómicas que van a impactar en la micro, habrá un sinceramiento de precios que inevitablemente hay que hacer, y una situación de estancamiento en la economía que se va a profundizar durante unos meses».
«Habrá una inflación que se va a acentuar por las nuevas medidas y por el arrastre de los incentivos al consumo que hubo, ese efecto se ve siempre con tres ó cuatro meses de demora», agregó.
Observó que «los primeros meses van a ser meses de alta inflación, no únicamente por las medidas que se tomen sino por lo que arrastran», dado que «los controles de precios eran muy útiles para determinadas situaciones, pero a otros canales donde eso no llegaba los mató».
Del Río afirmó que «el consumo cayó seis años seguidos; en 2022 tuvo una recuperación de 1,9%; y este año, aunque los pronósticos eran negativos, termina casi seguro positivo».
A octubre, el acumulado anual es de 1,8% positivo.
En este contexto, dijo que «seguramente lo que va a pasar es que el consumo básico la gente lo va a tratar de defender hasta donde pueda y habrá más restricciones en los gastos de ropa, salidas, gastronomía, recitales, eso se va a ver un poco más afectado», estimó.
«Dentro del consumo en sí mismo, va a tener mayor preponderancia la canasta básica», proyectó.
Sobre los precios, dijo que «si bien se va a dejar de lado Precios Justos, seguramente las cadenas vayan por un camino de nuevas activaciones comerciales».
En tanto, el director de la consultora Focus Market, Damián Di Pace, dijo a Télam que «Argentina viene atravesando fenómenos de estanflación cíclicos», y que «venimos transitando esos períodos con años de crecimiento, con aceleración de la inflación y años de caída de la actividad económica con aceleración de la inflación en forma de serrucho en los últimos 15 años».
Los próximos meses «serían la continuidad de ese ciclo, en este caso por corrección de los precios relativos de la economía, en el cual en la primera etapa hay una caída del salario y de la actividad económica que tiene como colateral un menor nivel de consumo en el mercado interno», afirmó.
Precisó que «se espera que se vea más afectado el primer semestre del año, con una salida lenta y gradual a partir del segundo semestre del año».
Esta semana, en declaraciones radiales, el electo presidente de la Nación, Javier Milei, adelantó que «va a haber una estanflación», porque cuando se haga «el reordenamiento fiscal eso va a impactar negativamente en la actividad económica».
Se llama estanflación a la situación coyuntural en la que se combinan estancamiento económico e inflación, y que los economistas coinciden en señalar como el peor escenario posible.
Por otra parte, Milei anticipó que no habrá regulación de precios al considerar que esto es «una aberración», y que en su gestión la Secretaría de Comercio dejará de existir «en el sentido que le han dado históricamente los gobiernos» anteriores.
Entre otras funciones, la Secretaría de Comercio es el organismo que lleva adelante los acuerdos denominados Precios Justos, que se negocian con las empresas de consumo masivo y distintos sectores de la economía, y que funcionan como un ancla en la evolución de precios de la canasta básica.
Lanzado en 2013 como Precios Cuidados, en noviembre de 2022 el programa fue relanzado como Precios Justos y fija precios en unos dos mil productos de la canasta básica, al tiempo que establece una pauta de incremento mensual regulado sobre unos 50.000 productos.
Milei dijo que liberará «todos los precios que pueda» de la economía, y alertó que en este momento «están sentadas las bases para una hiperinflación que la de (Raúl) Alfonsín sería un porotito».
«La inflación en noviembre va a estar en torno al 15%, en diciembre en torno al 20; vencen un montón de acuerdos de precios en enero, con la estacionalidad podemos tener números estrafalarios», concluyó.
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