La esperanza en la minería y las estrategias para impulsar la obra privada en San Juan
El sector de la construcción busca recuperarse tras un año complejo, con la mirada puesta en la inversión minera, los créditos hipotecarios y nuevos esquemas de financiamiento para sostener la actividad.
La construcción en San Juan atravesó un año particular y desafiante. Con la obra pública nacional prácticamente paralizada, fue el Gobierno provincial el que sostuvo parte de la actividad con recursos propios, logrando una leve reactivación que trajo algo de alivio a un sector golpeado. Sin embargo, el gran interrogante sigue siendo cómo mantener el ritmo de trabajo mientras se aguarda el impacto que podrían generar los proyectos mineros.
Desde la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) filial San Juan destacaron que, si bien la actividad no está completamente frenada, el contexto dista mucho del escenario previo a la pandemia. “La obra pública sigue funcionando, financiada por fondos provinciales. La infraestructura que hay no es suficiente, la inversión tampoco, y tenemos un nuevo desafío, que es no caer en el Estado, ya que tenemos potencial para crecer de manera privada”, afirmó el vicepresidente de la entidad, Julián Rins.
Una visión similar expresaron desde la Cámara Empresarial de la Construcción (CAEMCO). Su presidente, Enrique Velazco, coincidió en que la reactivación de la obra pública provincial fue un alivio, pero advirtió que las pequeñas y medianas empresas fueron las más afectadas durante 2025. Incluso señaló que algunas están cerca de una situación crítica.
“Hay varias empresas que están paradas totalmente. La gran mayoría son empresas familiares y algunas están en una situación delicada”, sostuvo.
Según datos de la CAEMCO, la actividad de la construcción en San Juan se encuentra actualmente en torno al 60% de su capacidad. En ese contexto, algunas firmas lograron sostenerse gracias a la obra privada. Desde Estudio 3, Osvaldo Lucero explicó que mantuvieron los ritmos de construcción, impulsados en parte por el repunte de los créditos hipotecarios, aunque reconoció que se trata de una situación excepcional y que no todos los colegas corrieron con la misma suerte. Aun así, lograron sostener los puestos de trabajo.
Con la mirada puesta en el futuro, las expectativas del sector están centradas en las inversiones que puedan derivarse de los proyectos mineros. El empresario local Miguel Gili remarcó que se trata de una reactivación pensada a mediano plazo, ya que aún restan definiciones clave para que esos emprendimientos comiencen a derramar sobre la economía local.
De cara a 2026, los desafíos siguen siendo múltiples. Mientras el Gobierno provincial gestiona fondos ante Nación y organismos internacionales, la minería y los créditos hipotecarios aparecen como los principales motores posibles para dinamizar la actividad.
En paralelo, las cámaras empresarias analizan distintas alternativas para impulsar la obra privada. Desde la CAMARCO no descartan evaluar esquemas de financiamiento para viviendas destinadas a privados, articulados con el sistema bancario y sin intervención directa del Estado. En tanto, desde la CAEMCO avanzan en el desarrollo de proyectos público-privados, donde las empresas aporten terrenos, capital y mano de obra, con financiamiento gestionado a través del Gobierno.
Con una actividad que aún no logra recuperarse plenamente, el objetivo común es claro: sostener un sector que viene castigado y encontrar nuevas herramientas que permitan volver, al menos, a los niveles previos a la pandemia, aunque en un contexto completamente distinto.
Op: Juan Llarena
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