Cosechar de niños: la dura realidad del trabajo infantil en zonas rurales

El Ministerio de Gobierno apunta a romper la "tolerancia social" y ya puso en marcha un protocolo para intervenir en estos casos.

Dejó la escuela para trabajar en la cosecha, pero una oportunidad cambió su vida - LA NACION

El director de Políticas Laborales del Ministerio de Gobierno, Agustín Gatica, reveló que el trabajo infantil tiene mayor incidencia en los departamentos rurales de San Juan. Atribuyó este fenómeno tanto a factores culturales como a la crisis económica, y aseguró que el Estado provincial ya comenzó a intervenir de forma más directa.

Según explicó, en muchas familias del ámbito rural existe una “tolerancia social” hacia el trabajo infantil, bajo la idea de que todos los integrantes del hogar deben colaborar. “Es común ver a niños en las fincas, sobre todo en actividades como la cosecha de uva. Muchas veces los padres los llevan para que no se queden solos en casa”, sostuvo.

Frente a esta realidad, la Subsecretaría de Trabajo activó un nuevo protocolo de actuación ante situaciones de trabajo infantil, una herramienta que hasta ahora no existía en San Juan. El documento establece un circuito de intervención que involucra a inspectores laborales, equipos técnicos de la Dirección de Niñez, fuerzas de seguridad y, eventualmente, al sistema educativo y de salud.

Gatica indicó que la problemática se agravó desde 2020, en coincidencia con la profundización de la crisis económica. No obstante, advirtió que no existen estadísticas actualizadas que permitan comparar la evolución de los casos, debido a que las mediciones oficiales se interrumpieron en ese mismo año.

Aun así, aseguró que desde el Estado se está trabajando de forma articulada con gremios y otras áreas gubernamentales para erradicar esta práctica y proteger los derechos de los menores. “Lo más importante es que la comunidad sepa que puede denunciar estos casos. Para eso están disponibles las líneas 102 y 111, además de la Subsecretaría de Trabajo”, destacó.

El funcionario remarcó que el objetivo no es sancionar a las familias, sino acompañarlas y ofrecer alternativas para que los niños puedan asistir a la escuela y crecer en condiciones dignas.

POR LIC. EUGENIA VILA

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