En un gesto cargado de simbolismo político, el presidente del Partido Justicialista de San Juan, Juan Carlos Quiroga Moyano, confirmó su presencia este lunes en la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante de Chimbas, encabezada por la intendenta Daniela Rodríguez. El movimiento del exintendente de 25 de Mayo se interpreta como un intento de acercamiento hacia el espacio de Fabián Gramajo, líder de San Juan Te Quiero, con quien el uñaquismo ha mantenido tensiones.
Aunque Quiroga Moyano intentó previamente marcarle la cancha al espacio chimbero, sus gestos no encontraron eco. Esta vez, asiste con «bandera blanca», reconociendo la necesidad de recomponer puentes de cara a un año electoral clave para el peronismo sanjuanino.
Al asumir la presidencia del PJ con el respaldo de las dos grandes figuras del partido, Sergio Uñac y José Luis Gioja, el actual diputado carga con el desafío de unir un espacio disperso. En este contexto, su intención es formar un interbloque peronista en la Legislatura, sumando incluso a aquellos que hoy se encuentran acompañando al oficialismo provincial, como Gabriel Sánchez, el legislador que responde a Gramajo y que abrió su propio bloque.
Sin embargo, desde San Juan Te Quiero han sido claros: buscan un peronismo que no obstruya, que acompañe la gobernabilidad de Marcelo Orrego, quien mantiene alta imagen positiva en Chimbas, lo que explica en parte su distanciamiento del PJ tradicional.
La jugada de Quiroga Moyano tiene más de táctica que de estrategia a largo plazo. Si el gesto no es correspondido, podrá mostrar públicamente que hubo voluntad de diálogo, y que la negativa vino del otro lado. Aunque en el corto plazo no parece que esto modifique los equilibrios, ni acerca a Gramajo a una eventual candidatura nacional por el PJ, sí puede ser el primer movimiento en un tablero pensando en 2027.
Mientras tanto, continúan las señales cruzadas: Rodríguez ha sido excluida de algunas reuniones de intendentes justicialistas, mientras desde su entorno recuerdan que en otras ocasiones ella misma optó por no asistir.
El escenario deja en claro que la interna peronista está lejos de resolverse, pero la presencia de Quiroga Moyano en Chimbas puede ser leída como el primer intento serio de coser heridas abiertas dentro de un partido que necesita recuperar cohesión si quiere ser competitivo en las próximas elecciones.
Op: Juan Llarena
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