El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó este jueves que trató en su llamada telefónica con su par estadounidense, Donald Trump, la posibilidad de que EE.UU. gestione la central nuclear ocupada de Zaporiyia si logra que vuelva bajo control de Kiev en las negociaciones con Rusia. Más tarde Zelenski matizó sus palabras al sostener que las centrales nucleares ucranianas «pertenecen al Estado», aunque se mostró abierto a que EE.UU. invierta en los trabajos de recuperación y modernización. Mientras tanto Ucrania y Rusia mantienen los ataques aéreos contra sus respectivas retaguardias mientras se perfilan, de cara a las reuniones que delegaciones de ambos países mantendrán en Arabia Saudita el próximo lunes, los detalles de la tregua parcial de 30 días sobre la infraestructura energética.

«No son propiedades privadas»

Zelenski señaló que está dispuesto a permitir que EE.UU. se ocupe de la puesta en marcha de la infraestructura de la central de Zaporiyia, que fue ocupada por los rusos al comienzo de la guerra, en caso de que Ucrania la recupere. «Le dije que recuperar únicamente la planta no es suficiente porque debe tener la infraestructura correcta, suministro de agua, personal técnico y muchos otros pasos necesarios para que la central sea rentable en un año y medio o dos», explicó el presidente ucraniano.

Sin embargo Zelenski aclaró más tarde que «no discutirá» el traspaso a EE.UU. de la propiedad de las plantas nucleares. «No lo discutiremos. Tenemos 15 reactores nucleares en servicio hoy. Todo esto pertenece a nuestro Estado», expresó el mandatario durante una conferencia de prensa en Oslo. Ucrania tiene cuatro centrales nucleares operativas, todas ellas construidas durante la era soviética.

Estados Unidos sugirió el miércoles que podría tomar posesión de las centrales nucleares ucranianas, en el marco de sus esfuerzos por terminar con el conflicto. «Se trata de centrales nucleares que pertenecen al Estado, no son propiedades privadas», insistió este jueves Zelenski, quien se declaró abierto a propuestas de Estados Unidos de «modernizar o invertir» en la central de Zaporiyia.

El interés estadounidense

El destino de Zaporiyia, la mayor central de Europa y que está sin actividad desde que fue ocupada por el ejército ruso a inicios de 2022, es motivo de preocupación para Ucrania y para las potencias occidentales, una inquietud que también comparte el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Rusia y Ucrania se acusan mutuamente desde su ocupación de atacar esta planta nuclear. En ese contexto el gobierno ucraniano inició planes para construir más reactores.

Poco antes del inicio de la guerra, Westinghouse, una empresa estadounidense de tecnología nuclear, firmó un acuerdo con Energoatom, la empresa nuclear estatal ucraniana, para construir cinco reactores. Tras el ataque ruso, el número se incrementó a nueve y ambas compañías acordaron seguir cooperando para desplegar plantas más pequeñas en Ucrania, según el diario The New York Times. Todas las centrales nucleares de Ucrania son propiedad de Energoatom y la legislación ucraniana prohíbe que sean privatizadas.

Un funcionario ucraniano activo y otro retirado también afirmaron al diario que Kiev le había insistido a Trump con que, «si Estados Unidos quería acceder a los minerales ucranianos, necesitaría la capacidad de generación de energía de la planta de Zaporiyia, ya que la extracción y el procesamiento de minerales requieren un alto consumo energético». En un discurso en la Casa Blanca, Trump afirmó este jueves haber rubricado un decreto para aumentar la producción estadounidense de minerales críticos y que «muy pronto» firmaría un pacto con Ucrania.

Zelenski defendió este jueves en Oslo la necesidad de que un alto el fuego incluya tanto la infraestructura energética como la civil y que Kiev estaba preparando una lista de instalaciones que deberían ser incluidas y sobre las que se debatirá en la próxima ronda de negociaciones con EE.UU.. La cuestión de Crimea no fue tratada en la conversación del miércoles con Trump, afirmó Zelenski, quien defendió que Ucrania esté en la «mejor» posición posible para alcanzar un fin «confiable» a la guerra.

Respecto a la neutralidad ucraniana, Zelenski habló de «ultimátum» ruso, no de «oferta», y lamentó que la idea de ingresar en la OTAN haya sido descartada. «No hay mucho que discutir porque Estados Unidos, que es el principal contribuyente, no apoya la idea de que Ucrania ingrese en la OTAN. Creo que sacar este tema de la mesa de discusión es un regalo a los rusos», dijo el jefe de Estado ucraniano.

Rusia pide parar los envíos de armas

Desde Moscú, la vocera de Exteriores rusa, María Zajarova, insistió en una de las exigencias rusas para que pueda declararse un alto el fuego por tierra, mar y aire que permita avanzar hacia una salida negociada del conflicto. «Los suministros de armas al régimen de Kiev van en contra de sus declaradas intenciones de lograr la paz y llevarlo todo al cauce del arreglo diplomático», dijo Zajarova.

La vocera reprochó a EE.UU. su decisión de reanudar los envíos de armas a Ucrania tras interrumpirlos para que Zelenski accediera a la petición estadounidense de aceptar la posibilidad de bajar las armas de inmediato para avanzar hacia la paz. Trump suspendió la ayuda militar a Kiev a principios de marzo tras su encontronazo con Zelenski en la Casa Blanca, aunque la reanudó una semana después.

Durante su conversación telefónica el miércoles con Zelenski, Trump aceptó ayudarlo a incrementar el suministro de baterías antiaéreas Patriot. El Kremlin insistió esta semana que Putin y Trump sí abordaron el martes en su conversación telefónica el cese total de la ayuda militar occidental a Ucrania, lo que fue negado posteriormente por el mandatario estadounidense. Trump aseguró a la cadena Fox tras la charla que ese tema no se había tratado y que Putin nunca le planteó dicha exigencia.

Kiev y Moscú se siguen atacando

Este jueves comenzó, como casi todos los días en los últimos meses de la guerra, con ataques masivos de drones por ambas partes contra objetivos situados lejos de la línea de contacto. Ucrania denunció un ataque masivo ruso contra la región de Kirovogrado, en Ucrania central, en el que más de una decena de personas resultaron heridas y en el que fueron dañadas viviendas y otras infraestructuras civiles.

Mientras tanto en Rusia, la base aérea de Engels-2, una de las más importantes en las operaciones contra Ucrania de la aviación rusa, fue alcanzada por drones ucranianos que destruyeron, según fuentes oficiales de Kiev, misiles del Ejército del país de Putin. Desde la capital de Noruega, donde Zelenski fue recibido por las autoridades nacionales, el jefe de Estado de Ucrania volvió a acusar a Moscú de no tomarse en serio la idea de declarar una tregua.

Estados Unidos citó el próximo lunes a Rusia y Ucrania en Riad para hablar por separado sobre la guerra. La parte rusa confirmó la fecha a través de Yuri Ushakov, asesor de política internacional de Putin, quien adelantó que el equipo negociador ruso estará encabezado por el presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Senado, Grigori Karasin, y el asesor del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Sergei Beseda.