La vendimia 2025 en San Juan quedará en la historia como la peor de los últimos 70 años. A pesar de que el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) había proyectado una mejora, el resultado final fue de apenas 365.595.653 kilos de uva, lo que representa una caída del 11% respecto al 2024 y un 5% menos que en 2023, que hasta ahora era el año con peor rendimiento.
La conjunción de peronóspora, granizo, lobesia botrana y una ola de calor tardía dejó severas consecuencias en las fincas locales. Según datos oficiales de la semana 20 del INV, mientras Mendoza mejoró su producción, San Juan volvió a retroceder, consolidando una tendencia que alarma a los productores.
Desde la Federación de Viñateros y la Asociación de Viñateros Independientes explicaron que las pérdidas son irreversibles y criticaron que, pese a la baja oferta, el precio del kilo de uva se mantuvo sin cambios respecto al año pasado, rondando los 200 pesos. Esto lo atribuyen a la sobreoferta previa de vinos almacenados, a la baja competitividad del dólar y a la desregulación nacional.
Además, alertaron sobre un futuro incierto: la falta de rentabilidad podría frenar las inversiones en sanidad vegetal y mantenimiento de viñedos, exponiendo a nuevas pérdidas en 2026. También estimaron que podrían verse comprometidos unos 40.000 puestos de trabajo si la situación no se revierte.
A todo esto se suma un dato preocupante para el sector: San Juan, que históricamente representaba el 25% de la industria vitivinícola nacional, hoy apenas alcanza el 10%.
Op: Juan Llarena
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