Vecinos respaldan a familia que usurpó una casa en Caucete: «El barrio mejoró»
En un caso inusual, los vecinos del Barrio Caucete salieron en defensa de una familia que usurpó una vivienda abandonada, argumentando que su presencia mejoró la seguridad en la zona.
A pesar de una orden judicial que obliga al desalojo, los residentes se oponen a que sean expulsados y reclaman una solución habitacional.
La casa, ubicada sobre la calle Juan José Paso, estuvo deshabitada por más de diez años y era utilizada como refugio para delincuentes, consumidores de drogas y hasta casos de prostitución, según relataron los vecinos.
«Esto era un aguantadero, se drogaban, entraban a robar y hacían sus necesidades adentro. Desde que Sergio y su familia llegaron, todo cambió», aseguró Malby Gutiérrez, una de las vecinas que apoya a los usurpadores.
Un hogar en la calle y una decisión extrema
Sergio Ochoa (33), changarín y padre de cinco hijos, contó que vivían en un auto antes de ingresar a la casa. El 21 de diciembre, una intensa lluvia lo llevó a tomar la decisión de entrar con su familia a la vivienda abandonada.
«Cuando llegamos, la casa estaba en ruinas: basura, ratas, vidrios rotos, sin puertas ni cañerías. Limpiamos todo y la arreglamos de a poco», relató Ochoa, quien trabaja en la cosecha y como albañil.
Conflicto judicial y resistencia vecinal
La justicia notificó a la familia sobre el desalojo, programado para este sábado a las 10 de la mañana. Sin embargo, los vecinos insisten en que se les otorgue una vivienda digna.
«Queremos que Sergio se quede, pero si se tiene que ir, que le den una casa. Se lo merece», expresó Alicia Gil, vecina del barrio.
La gran incógnita es qué ocurrirá cuando venza el plazo judicial. ¿Será desalojado Ochoa con su familia o las protestas vecinales lograrán frenar la medida? Mañana se definirá el futuro de esta historia.
Op: Juan Llarena
Los comentarios están cerrados.