Vecinos de Zonda claman por agua: años de reclamos sin solución
Habitantes del departamento Zonda enfrentan una crisis de agua potable que, según denuncian, lleva años sin resolverse. La Unión Vecinal Valle de Zonda, responsable del suministro en la zona, no ha dado explicaciones ni soluciones claras, pese a los constantes reclamos de los vecinos.
El área afectada, que incluye la Ruta 12 entre calles Matías Sánchez y San Martín, abarca aproximadamente seis kilómetros donde la falta de presión del agua impide el abastecimiento adecuado. Hugo Vinzio, uno de los vecinos perjudicados, relató que la situación no mejora ni siquiera fuera de la temporada estival. «No es que no haya agua en Zonda; el problema es técnico, pero nadie nos explica por qué no se resuelve», aseguró.
Aunque los vecinos extreman cuidados para evitar un consumo excesivo y pagan facturas elevadas, entre $15.000 y $25.000 mensuales, el servicio sigue siendo deficiente. Muchos deben recurrir a comprar cisternas o camiones de agua, lo que incrementa sus gastos.
Impacto en la vida cotidiana
La falta de suministro afecta actividades básicas como la higiene personal y la limpieza del hogar. «Es frustrante tener que juntar agua en tachos los pocos días que tenemos algo de suministro», expresó Vinzio.
Además, los habitantes sospechan que la situación podría estar relacionada con una falta de obras de mantenimiento o incluso un posible desvío de agua.
Reclamos ignorados
Los vecinos han presentado quejas ante la Unión Vecinal y OSSE, pero denuncian que sus solicitudes no reciben respuestas satisfactorias. Aunque en ocasiones se normaliza el servicio temporalmente tras protestas masivas, el problema persiste.
Como medida de presión, los afectados están reuniendo testimonios para presentar una nueva nota ante los organismos correspondientes. «No es un reclamo político, solo queremos una solución justa», subrayó Vinzio.
Una unión vecinal en crisis
Desde 2008, la Unión Vecinal Valle de Zonda está intervenida, lo que ha impedido la elección de una comisión directiva por parte de los vecinos. Además, la organización perdió su sede histórica tras un fallo judicial, lo que agravó la desconfianza entre los habitantes y las autoridades responsables.
A pesar de los intentos de este medio por contactar a representantes de la Unión Vecinal, no se obtuvo respuesta, reflejando la misma falta de comunicación que denuncian los vecinos.
Sin solución a la vista
Mientras las familias de Zonda luchan por acceso a un derecho esencial, el conflicto sigue sin resolverse, dejando a toda una comunidad en la incertidumbre.
Op: Juan Llarena
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