Vecinos de Albardón exigen soluciones ante crisis en el suministro de agua potable

Los residentes de la villa Ampakama, en Albardón, vuelven a alzar la voz ante la persistente problemática que enfrentan con el servicio de agua potable. Cerca de 10 viviendas en la localidad han estado experimentando una calidad deficiente en el suministro durante más de 10 días, generando malestar y preocupación en la comunidad.

 

La villa Ampakama, que siempre ha dependido de agua de pozo, enfrenta ahora una situación más crítica debido a la falta de control y garantías sanitarias en este tipo de abastecimiento. La complicación se agrava al depender de dos pozos ubicados en una finca cercana, gestionados por un propietario privado. Según los vecinos, este individuo decide arbitrariamente cuándo proporcionar agua al barrio, basando sus decisiones en intereses personales, lo que ha desencadenado tensiones entre los residentes, el dueño del pozo y OSSE.

 

«La situación es insostenible. No podemos depender del capricho de una sola persona que se erige como el ‘patrón del agua’ y decide dejarnos sin servicio por más de 10 días», expresó Viviana Tula, vecina del barrio. La disputa entre los habitantes de la villa Ampakama y el propietario del pozo, junto con la empresa OSSE, ha creado una situación de incertidumbre constante.

 

Los problemas de suministro han llevado a que las acequias del barrio se llenen de agua no potable, proveniente de una filtración de un canal de regadío, proporcionando a los vecinos una solución temporal para regar y, en algunos casos, para la higiene de sus niños. Sin embargo, esta práctica conlleva riesgos para la salud de los más pequeños.

 

La falta de intervención efectiva por parte del municipio ha sido una fuente adicional de frustración para los residentes. Años atrás, cuando los vecinos cortaron la calle La Laja en protesta por la falta de agua, se obtuvo la atención del municipio, pero la situación persiste sin mejoras significativas desde entonces.

 

Además de la escasez de agua potable, los vecinos enfrentan gastos adicionales al tener que adquirir agua embotellada debido a la no potabilidad del agua del pozo. La alta salinidad del agua también ha causado daños a los electrodomésticos, obligando a algunos residentes a cambiar sus artefactos con regularidad.

 

La ubicación del barrio entre dos terrenos baldíos sin mantenimiento desde hace años ha creado un entorno inseguro, propicio para la acumulación de basura, la proliferación de plagas y el uso del lugar por parte de delincuentes. Los vecinos exigen una solución inmediata y sostenible a esta crisis que afecta la calidad de vida y la seguridad en la villa Ampakama.

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