Un empresario bolichero, hermano de un juez, enfrenta dos causas por ventas irregulares de vehículos

Martín Julio Figuerola está imputado por estafa y presunto encubrimiento. Podría evitar un juicio si repara el perjuicio económico a las víctimas.

Martín Julio Figuerola, empresario bolichero y hermano del juez de Garantías Javier Figuerola, quedó en la mira de la Justicia por dos causas vinculadas a la venta de vehículos con problemas legales. Una de ellas lo acusa de estafa por la comercialización de una Toyota SW4 con pedido de secuestro por robo, además de una VW Amarok y un Chevrolet Aveo que revendió inmediatamente. La otra se relaciona con el presunto encubrimiento en la venta de una moto enduro al padre de una empleada judicial, que tampoco podía ser parte de un comercio legal.

Si bien la relación con el magistrado es casi inexistente, su apellido quedó en el centro de la escena. La primera denuncia se presentó en agosto del año pasado y derivó en su imputación en la UFI de Delitos Informáticos y Estafas. La segunda, también en agosto, apuntó a irregularidades en la operación de la moto.

A pesar de las imputaciones, Figuerola sigue en libertad y tiene dos caminos: aportar pruebas para desligarse de las maniobras que le atribuyen o conciliar con los denunciantes reparando el perjuicio económico. Esta última opción, contemplada en la ley penal, le permitiría cerrar los procesos si indemniza a las víctimas.

La incógnita es si podrá cumplir con esa salida, ya que su historial muestra al menos una decena de denuncias previas en el viejo sistema penal, aunque ninguna concluyó en condena. En caso de no llegar a un acuerdo, deberá enfrentar un juicio que podría derivar en una sentencia en su contra.

Op: Juan Llarena

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