Treinta muertos y noventa heridos en una concentración religiosa en India
El evento es masivo y dura seis semanas. Ayer, tras empujones en el primer acceso,hubo muertos y heridos.
Al menos 30 personas murieron y otras 90 fueron heridas este miércoles en una estampida ocurrida en el festival hindú Kumbh Mela, al norte de la India. El evento, la mayor concentración humana del planeta, prevé la llegada de más de 400 millones de fieles.
La tragedia sucedió en la confluencia de los ríos Ganges, Yamuna y el mitológico Sarasvati –sagrados para los hindúes. Se celebraba el Mauni Amavasya, la jornada con mejores augurios en este festival, y las autoridades esperaban la asistencia de unos 100 millones de personas. Según la tradición hinduista, bañarse en estas aguas permite limpiar los pecados y liberarse del ciclo de renacimientos y reencarnaciones.
A la madrugada, cerca de uno de los acceso a una zona de baño, ocurrió una estampida, según informó a los medios el inspector general de la Policía del estado de Uttar Pradesh. Según el rito, hombres sagrados con túnicas de color azafrán tenían que conducir a millones de personas en procesión hacia la confluencia de los ríos. Si la estimación de peregrinos para el día se cumplía, 70 mil personas por minuto deberían entrar y salir del agua, para que nadie se quedara sin su baño sagrado.
Los detalles de la tragedia
«Debido a una gran multitud, las barricadas de los accesos a los lugares de baño se rompieron y la multitud atropelló a los devotos que esperaban para darse un baño sagrado«, informó a los medios el inspector general de la Policía del estado donde ocurrió la catástrofe, Uttar Pradesh.
Con los caminos de acceso bloqueados, la multitud empezó a tratar de hacer espacio donde no había. «La gente empezó a empujar y muchas personas fueron aplastadas«, relató Malti Pandey, un peregrino de 42 años, .
«Había muchas mujeres y niños que se habían quedado para bañarse aquí. De repente, llegó una multitud y la gente empezó a atropellarse. La Policía no interfirió y dejó que ocurriera (…) madres, hermanas e hijos han muerto», resaltó un peregrino a las cámaras del canal local ABP.
En el lugar del accidente, quedó un cúmulo de ropa, zapatos y pertenencias abandonadas. Renu Devi, otro fiel presente, describió el momento para la agencia de prensa francesa AFP: «Cuando la multitud se despejó, las personas ancianas y las mujeres habían sido aplastadas, nadie las ayudó». Miembros de los equipos de rescate y peregrinos estuvieron evacuando a las víctimas y dirigiendo a los heridos a centros de atención sanitaria a un kilómetro de distancia, donde decenas de familiares esperaban, impacientes, noticias de las víctimas.
Pancham Lodhi había llegado del centro de India con su familia. «Mi nuera fue pisoteada. La ayudamos, así como a su hija de 15 años. La hija sobrevivió, pero mi nuera está muerta«, explicó.
Aunque el ritual quedó anulado, millones de personas se bañaron en las aguas sagradas a lo largo de la mañana, dijeron las autoridades del estado indio Uttar Pradesh. Además, llamaron a los peregrinos a abandonar los muelles (‘ghats’).
Tras la catástrofe, numerosos peregrinos decidieron marcharse prematuramente del festival. «Mi familia se ha asustado, así que nos vamos», dijo Sanjay Nishad a AFP.
En la red social X, el primer ministro indio, Narendra Modi, trasladó su «más sentido pésame a los devotos que han perdido a sus seres queridos» en el incidente.
Tanto él como el jefe de Gobierno de Uttar Pradesh habían prometido una impecable organización para este colosal festival que se celebra cada doce años, en base a cálculos astronómicos. Si bien habían resaltado la importancia de la seguridad de los peregrinos, advirtieron que «es difícil controlar multitudes como esta». Ahora, la oposición los acusa de «mala gestión» y «trato preferencial» a algunos asistentes.
Los preparativos incluyeron el despliegue de decenas de miles de policías y fuerzas paramilitares, la instalación de 2.700 cámaras de seguridad que incorporaban inteligencia artificial para detectar embotellamientos y la de miles de vallas y barreras para controlar el flujo de personas hacia los ríos.
Una y otra vez
Con una inversión cercana a los mil millones de dólares para erigir una inmensa ciudad temporal que acogiera a los peregrinos, el Gobierno regional confiaba evitar incidentes como la fatídica estampida que tuvo lugar en 2013 en la estación de tren de Prayagraj, ciudad que aloja el evento, y que costó 36 vidas.
Desde la independencia de la India en 1947, se producen estampidas mortales durante este masivo festival. En 1954, más de 400 personas fallecieron aplastadas o ahogadas en una sola jornada. La inversión para esta edición no fue suficiente para evitar una nueva tragedia, donde todavía se están identificando los cuerpos.
En julio, en otra ciudad del mismo estado, fallecieron 120 personas en un evento de un célebre predicador hinduista, adonde acudieron 250 mil seguidores. El siniestro también fue provocado por una estampida entre los asistentes.
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