Tragedia en Pocito: una familia pierde todo en un incendio y pide ayuda para empezar de nuevo

Una familia de Pocito enfrenta una situación desesperante tras perder todas sus pertenencias en un incendio que destruyó la casa que les prestaban. El hecho ocurrió el sábado por la noche en una vivienda de adobe con techo de cañas y palos, ubicada en Aberastain al 3.600, en la zona de La Rinconada.

El fuego comenzó cuando el hijo menor de la pareja, de 4 años, jugaba con un encendedor en la habitación de sus padres. Según relataron, las llamas se propagaron rápidamente y, a pesar de los esfuerzos de Jonathan Pastén (36) y su hijo mayor para contenerlas con una manguera, el humo y el calor les impidieron ingresar a la vivienda. Vecinos colaboraron para apagar el incendio, pero el daño ya estaba hecho.

Los bomberos llegaron 50 minutos después del llamado, según Pastén, y la ambulancia tardó una hora y media en asistir a su esposa, Natalia Campillay (34), quien sufrió una crisis nerviosa.

Pérdidas materiales y emocionales

El incendio consumió todo lo que habían conseguido con esfuerzo:

  • Tres televisores grandes.
  • Tres equipos de aire acondicionado.
  • Una computadora.
  • Ropa, calzado y muebles.
  • Medicamentos para el Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG) de Jonathan y la hipertensión de Natalia.
  • Cerca de 300.000 pesos que estaban ahorrando para saldar deudas.

Sin hogar y sin certezas

La familia, compuesta por Jonathan, Natalia y sus cuatro hijos (de 15, 12, 9 y 4 años), ahora se aloja temporalmente en un salón del propietario que les prestaba la vivienda. Sin recursos y con la casa inhabitable, no saben cómo continuar.

Este domingo 3 de diciembre, Natalia cumplirá 34 años, una fecha que en otros tiempos celebraban en familia y que ahora estará marcada por esta tragedia.

Cómo ayudarlos

La comunidad puede brindar apoyo a la familia Pastén Campillay, ya sea con donaciones de ropa, alimentos, muebles o cualquier elemento que ayude a reconstruir su hogar. Para colaborar, se puede contactar a través de vecinos de la zona o mediante redes sociales locales que ya están organizando campañas solidarias.

Esta historia es un recordatorio del impacto devastador que un accidente puede tener en la vida de una familia y de la importancia de la solidaridad en momentos críticos.

 

 

Op: Juan Llarena

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