Supermercadistas apuestan a seguir desacelerando precios, pese a estrechar la rentabilidad
Fuentes del sector advierten por otro mes de caída del consumo. Admiten que ya se trata de una situación «alarmante», con caídas de hasta el 50%, y que el panorama continuará a la baja hasta junio.
Tras la liberación de precios, ahora preocupa la recuperación de la demanda
A fines de enero, el Gobierno dispuso la derogación, a través de la Resolución 51/2024, de 69normas relacionadas con Precios Justos, Ley de Góndolas y de Abastecimiento, con el fin de “disminuir la burocracia, fortalecer la competencia y mejorar el comercio”. Sin embargo, las alimenticias ya habían comenzado a recuperar el atraso provocado por el programa “Precios Justos”, amparadas por el “sistema económico basado en decisiones libres” que reza el DNU en su artículo 2.
Las grandes empresas argumentaban la necesidad de recomposiciónde entre un 40% y 70%, pero algunas llegaron a pasar listas con subas de hasta 120%. Incluso en supermercados y almacenes se registraban dos listas por díay productos fuera de stock por falta de acuerdo en el precio a trasladar.
Tras haber sido avaladas por el Gobierno para soltar precios sin acuerdo previo mediante, fuentes del sector supermercadista admiten que “la mano invisible del mercado erosionó notablemente la billetera de los consumidores.”
Es por eso que grandes establecimientos, o empresas con posición dominante en góndola, lanzaron programas de congelamiento de precios (Carrefour y Quilmes) o canasta de productos a precios diferenciales (Jumbo). La intención es recuperar parte de la demanda enterrada.
Con la aceleración inflacionaria en curso, Luis Caputo les aseguró a las alimenticias y supermercados en privado que no corregirá el tipo de cambio, elemento clave que modifica la estructura de costos. Sin embargo, la reunión fue solo una y sucedió hace más de un mes.
En aquel entonces, el ministro de Economía había acusado a las grandes industrias de haber remarcado sus precios con un dólar calculado en $1.500o $2.000, pero las fuentes aseguran que “la base de aumentos tuvo que ver con las devaluaciones de agosto y diciembre, y el atraso en los costos”.
El funcionario de Hacienda también había solicitado que los supermercados no adhirieran a ofertas de corte 2×1, más bien rebajar un 50% el producto en góndola, para que el INDEC pueda registrar la baja. Pero desde el sector argumentan que esa decisión viene por parte de los proveedores y no tienen injerencia en esas promociones (aunque es beneficiado).
Con un tipo de cambio estable, las empresas encuentran un elemento que compense la suba de costos a través de la indexación de las tarifas de luz, agua y gas, y apuestan a seguir desacelerando los precios, pese a estrechar la rentabilidad.“O bajamos o no vendemos”, concluyen sobre el tema. La pregunta recae en la credibilidad de un dólar moviéndose al 2%, a la espera de la liquidación de la cosecha gruesa.
En ese sentido, una gran alimenticia destaca que pudo reponer stock con bajas de hasta el 6% solo en productos puntuales de consumo no esencial.
Lo que no aseguran es un repunte significativo de la demanda. Pese a sus estrategias para incrementar el consumo, coinciden en que “marzo fue el peor mes para las ventas” y estiman que el escenario se mantendrá por lo menos hasta junio.
“No esperábamos caídas tan fuertes, el salario quedó muy por detrás y es incompatible con la compra de productos populares. Si cerramos 2024 con un nivel cercano al del año pasado, firmamos con las dos manos”, admite un empresario, en diálogo con este medio.
Mientras tanto, el salario promedio registrado (RIPTE) es de $619.007,5. Acumula una caída del 24% desde noviembre. En febrero, volvió a perder contra la inflación.
Fuente: Ámbito
Rivero. C
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