Se casó durante su condena, pero una semana después atacó a su esposa

Brian Guevara tenía salidas transitorias del penal tras ser condenado por tentativa de robo. Reincidió en violencia de género y recibió una nueva pena, ahora de cumplimiento efectivo.

Lo que comenzó como un gesto de compromiso y redención terminó convirtiéndose en un nuevo caso de violencia. Brian Guevara, de 31 años, fue nuevamente condenado luego de atacar a su esposa embarazada, a quien había conocido antes de estar preso y con quien decidió casarse mientras cumplía condena en el Penal de Chimbas.

El nuevo episodio ocurrió mientras gozaba de salidas transitorias, beneficiado por una pena de 1 año y 4 meses de prisión en suspenso, dictada en julio de 2024 por un intento de robo. Durante ese tiempo, Guevara admitió haber recaído en el consumo de drogas dentro del penal, pero también protagonizó uno de los momentos más significativos de su vida: se casó con su pareja, con quien mantenía una relación de tres años.

De la unión al golpe

Sin embargo, tras obtener los permisos para salir, comenzaron los conflictos. Según el expediente, las agresiones hacia su esposa se volvieron frecuentes, hasta que ella tomó la decisión de separarse.

La situación se agravó cuando Guevara fue a buscarla a la casa de una amiga, donde se encontraba refugiada. Allí intentó quitarle el teléfono para controlarla, discutieron y la violencia escaló: le dio un cabezazo en la frente y la tomó de los brazos con fuerza. La intervención de la amiga fue clave para evitar que el ataque continuara. Llamó al 911 y el hombre volvió a ser detenido.

La víctima fue examinada por un médico legista, que constató las lesiones, y un informe psicológico reveló signos de violencia psicológica y de control. Con esas pruebas, la fiscal Adriana Ginestar, de la UFI CAVIG, avanzó rápidamente con la imputación.

Juicio abreviado y condena firme

Frente a la evidencia, Guevara optó por un juicio abreviado. A través de su defensora oficial, Sandra Leveque, admitió su culpa y aceptó una nueva condena: 6 meses de prisión efectiva por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo y por violencia de género.

La jueza Carolina Parra homologó el acuerdo y unificó esa pena con la anterior, por lo que Guevara deberá cumplir 1 año y 10 meses de prisión efectiva.

Durante la audiencia, la jueza le preguntó qué lo había llevado a delinquir en el primer hecho. Guevara, visiblemente incómodo, respondió:

“Quería tener plata porque iba a ver a mi hijo”.

Su caso vuelve a exponer la falta de contención en contextos penitenciarios, los riesgos de liberar sin seguimiento a personas con antecedentes violentos y la necesidad urgente de políticas más eficaces para prevenir la violencia de género.

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