El 11 de septiembre de 1888, en Paraguay, falleció Domingo Faustino Sarmiento, figura central en la construcción de la Argentina moderna. En su memoria, desde 1943, se celebra el Día del Maestro, un reconocimiento a su incansable lucha por la educación pública.
Desde su gestión como gobernador de San Juan, Sarmiento impulsó la Ley Orgánica de Educación Pública, que estableció la escuela primaria obligatoria y promovió la creación de instituciones educativas de gran envergadura. Su proyecto alcanzó su punto más alto durante la presidencia, cuando se fundaron cerca de 800 escuelas en todo el país, además de instituciones científicas y militares como el Observatorio Nacional de Córdoba, la Facultad de Ciencias Exactas y el Colegio Militar.
Visionario en la formación docente, Sarmiento trajo al país a maestras norteamericanas que introdujeron métodos pedagógicos innovadores. Gracias a esas reformas, hacia el final de su mandato más de 100.000 niños asistían a la escuela primaria, cifra inédita para la época.
Su influencia se consolidó con la Ley 1420, sancionada durante la presidencia de Julio A. Roca, que estableció la enseñanza gratuita, obligatoria y laica, pilar del sistema educativo argentino.
Pero Sarmiento no solo fue educador: también fue un periodista combativo. Fundó diarios como El Zonda en San Juan y La Tribuna en Chile, desde donde criticó a Juan Manuel de Rosas y otros adversarios políticos. Su pluma, aguda e irreverente, lo convirtió en un blanco constante de ataques en medios como La Nación, dirigido por Bartolomé Mitre, su antiguo aliado.
Lejos de rehuir la confrontación, entendía a la prensa como un espacio de batalla política. “El proceso comienza la mañana o la tarde del día de publicado un decreto gubernativo. Por supuesto, que el decreto es malo, siempre. Si no fuera malo, ¿qué harían los diarios? ¿Aplaudirlo? Pero eso es una bajeza”, escribió alguna vez sobre la hostilidad de los periódicos.
A 137 años de su partida, Sarmiento sigue siendo una figura polémica y esencial: el hombre que desde San Juan marcó un rumbo en la educación, y que utilizó el periodismo como tribuna para sus ideas, moldeando la identidad de la Argentina contemporánea.
Op: Juan Llarena
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