A partir de este lunes, comienza la campaña de vacunación de refuerzo contra el sarampión en la Ciudad y en el Conurbano bonaerense. Se trata de una iniciativa destinada a niños de entre 6 meses y 5 años residentes en el Área Metropolitana de  Buenos Aires (AMBA).

 

 

El ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, explicó que el objetivo de esta campaña de vacunación es «interrumpir cadenas de transmisión, evitar que el virus se propague en la comunidad, además de proteger a la población de más riesgo«.

El sarampión comenzó a generar preocupación en el AMBA, donde ya se confirmaron 17 casos de esta enfermedad vinculados a brotes activos en la región: 9 con residencia en la Ciudad de Buenos Aires y 8 en la provincia de Buenos Aires.

Lo que preocupa particularmente a los expertos es que dos de los últimos casos confirmados en la Provincia corresponden a niños que no estaban vacunados contra el sarampión.

Asimismo, se informó que unas 300 personas que pudieron haber estado en contacto con los casos confirmados son monitoreadas por personal de salud y se lleva a cabo una mesa de trabajo entre los ministerios de Salud de Nación, Provincia y CABA para coordinar las acciones.

Campaña de refuerzo contra el sarampión en el AMBA: quiénes deben vacunarse, cómo y dónde hacerlo

Desde el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires explicaron que todos los niños de entre 6 meses y 5 años que viven en el AMBA necesitan una dosis extra de la vacuna contra esta enfermedad.

Esto significa que deben aplicarse el refuerzo los niños que se encuentren entre estas edades, independientemente de si tienen el calendario de vacunación al día o si ya se vacunaron contra esta enfermedad, ya que se trata de una dosis de refuerzo.

Para aplicarse esta vacuna, que es la doble viral, no se necesita turno previo ni orden médica. La vacuna está disponible en todos los vacunatorios.

Para averiguar el lugar más cercano, se puede ver el listado online de los vacunatorios bonaerenses.

Cuáles son los síntomas del sarampión

El sarampión es una infección mayormente infantil causada por un virus. Si bien la afectación bajó considerablemente desde la creación de la vacuna, sigue siendo una enfermedad de fácil propagación y que requiere de atención rápida.

Los primeros signos o síntomas aparecen luego del período de incubaciónentre 10 y 14 días después de la exposición o momento de contagio del virus y pueden prolongarse hasta tres semanas. Los más frecuentes son:

  • Fiebre
  • Tos seca
  • Goteo nasal o moco acuoso
  • Dolor de garganta
  • Conjuntivitis
  • Manchas blancas, similares a llagas diminutas, con centro blanco azulado y fondo rojo dentro de la boca, principalmente del lado interno del cachete
  • Sarpullido con manchas grandes y planas que hasta pueden fundirse entre sí en el cuerpo

Generalmente, los síntomas aparecen de manera gradual, inician como una enfermedad leve y en un momento se profundizan abruptamente, pero no siempre se presentan todos juntos. Asimismo, el sarpullido y los demás síntomas disminuyen paulatinamente, en la mayor parte de los casos las manchas de la cara son las primeras en desaparecer y por último las de las piernas y brazos.

¿Cómo se contagia el sarampión?

El contagio se produce en las partículas del aire cuando una persona infectada tose o estornuda. También por saliva, por contacto directo con la persona enferma, por contacto con el virus en alguna superficie. Según los especialistas, las posibilidades de contagio en caso de exposición al virus son de un 90%.

Una persona con sarampión puede contagiar durante aproximadamente ocho días. Ese período se inicia cuatro días antes de que aparezca el sarpullido y finaliza después de cuatro días desde su primera aparición.

Cuáles son las posibles complicaciones del sarampión

Una vez atravesada la enfermedad, el sarampión puede dejar algunas secuelas y complicaciones debido a una debilitación del sistema inmunológico y respiratorio. Las problemáticas más comunes son las infecciones bacterianas en los oídos o sistema respiratorio (bronquitis o laringitis).

En un mayor grado de gravedad, el virus puede derivar en una neumonía, encefalitis, problemas en el embarazo o gestación.