San Juan impulsa un plan estratégico vitícola para mejorar la ayuda estatal

Con la vitivinicultura como uno de los motores de la economía sanjuanina, el Ministerio de Producción de la provincia inició un ambicioso plan para rediseñar la asistencia estatal al sector. El objetivo es que las políticas públicas sean más eficientes, focalizadas y capaces de responder a las particularidades de cada rama productiva vinculada a la uva.

“Hoy vemos realidades muy distintas entre paseros, productores de vino, mosto o uva en fresco. Por eso estamos trabajando rubro por rubro, para entender sus necesidades y generar herramientas útiles para cada uno”, explicó el ministro Gustavo Fernández.

Mesas sectoriales para un plan provincial

Durante el primer semestre del año, la cartera productiva mantuvo reuniones con bodegueros, viñateros, paseros y exportadores de uva en fresco. En las próximas semanas será el turno del sector del mosto y la cámara de trasladistas, que agrupa a quienes producen vino a granel. Cada uno de estos encuentros tiene como finalidad identificar problemáticas específicas, conocer el potencial productivo y pensar en soluciones a corto, mediano y largo plazo.

“El desafío es dejar atrás las políticas genéricas. Queremos saber con precisión qué necesita cada sector y en qué momento, para diseñar créditos, asesoramiento y herramientas adecuadas”, señaló Fernández. Como ejemplo exitoso, destacó una línea de créditos lanzada para la cosecha y acarreo de uva destinada a mosto, que permitió mejorar los precios al final de la temporada.

Más que asistencia: planificación a largo plazo

El plan va más allá del financiamiento coyuntural. También busca generar insumos para el diseño de estrategias vinculadas al uso del agua y la energía, la reconversión de cultivos y la promoción de aquellos con mayor potencial exportador. “San Juan exporta gran parte de lo que produce. Pero también necesitamos una mirada propia, que piense en el futuro de la agroindustria provincial”, apuntó el ministro.

Uno de los puntos clave es que este enfoque reconoce la diversidad productiva de la vitivinicultura sanjuanina, que además de vino, tiene un fuerte desarrollo en la elaboración de pasas, jugo concentrado y uva en fresco. Cada uno con dinámicas distintas y mercados particulares.

El modelo se extenderá a otras economías regionales

Aunque el plan estratégico vitícola es el primero en desarrollarse, el modelo de trabajo se replicará en otras agroindustrias. Ya comenzaron encuentros con la Cámara Olivícola —sector clave en las exportaciones sanjuaninas— y con los productores de pistacho, una industria en crecimiento cuya superficie implantada aún no alcanzó su máximo rendimiento.

“El enfoque es claro: mesas de trabajo, diagnóstico preciso y diseño de políticas específicas. Así se construyen herramientas que verdaderamente ayuden al desarrollo productivo de San Juan”, concluyó Fernández.

Op: Juan Llarena