San Juan vive la mejor temporada de nieve de los últimos 24 años, una situación que rompe con la prolongada sequía. Sin embargo, lejos de relajarse, la provincia enfrenta nuevos desafíos en la gestión del agua. El especialista Silvio Pastore subraya la necesidad de un plan estratégico de gobernanza del agua para aprovechar eficientemente este recurso vital y evitar el derroche.
La Gobernanza del Agua en el Centro de la Discusión El gobierno sanjuanino, con el valioso aporte de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), se encuentra analizando la gobernanza del agua mediante estudios interdisciplinarios que enfatizan la urgencia de eliminar el desperdicio y mitigar la contaminación de los acuíferos. Estos estudios, liderados por el Dr. Oscar Dölling, destacan que el sistema hídrico provincial es sostenible a largo plazo solo si se limita la entrega de agua para riego a un máximo de 800 hectómetros cúbicos anuales. Este umbral es esencial para adaptarse a los cambios en los escenarios climáticos y garantizar la seguridad en la toma de decisiones.
“La gestión de los embalses debe orientarse hacia un uso eficiente del agua, permitiendo amortiguar los excedentes durante periodos de hasta cinco años”, señaló Pastore. Comparó este manejo con una cuenta de ahorro bancaria: el gasto máximo debería ser de 800 hectómetros cúbicos al año. Si se adoptara este enfoque, respaldado por la ciencia, se lograría una producción que minimizaría el daño ambiental.
Coordinación entre la UNSJ y la Secretaría del Agua Pastore destacó la colaboración continua entre la UNSJ y la Secretaría del Agua de San Juan, lo que ha facilitado la presentación de un plan estratégico de gobernanza. Este plan tiene una visión a corto, mediano y largo plazo sobre la gestión del recurso hídrico. El especialista espera que el plan se implemente sin ser obstaculizado por intereses particulares o políticos, recordando que el manejo inadecuado del agua en el pasado ha puesto en riesgo inversiones millonarias, como las obras hidroeléctricas en el río San Juan.
“La sociedad sanjuanina debe entender que vivimos en una zona árida, un desierto, y que nuestra supervivencia depende directamente del agua”, enfatizó Pastore, señalando que no podemos permitir que se repitan errores del pasado.
Ineficiencia en el Uso del Agua La UNSJ, junto con otras instituciones como el Instituto Nacional del Agua (INA), el INTA, la CONAE y el Gobierno de San Juan, ha trabajado en documentos que revelan la ineficiencia del sistema de distribución y riego en la provincia. Según Pastore, en algunas áreas, esta ineficiencia alcanza el 80%. De cada 100 litros de agua liberados desde el Dique de Ullum, solo 20 se utilizan adecuadamente; el resto se pierde por infiltración en canales no impermeabilizados y por el uso ineficaz del riego, como el riego a manto.
Además, Pastore advirtió sobre la contaminación de los acuíferos debido a la infiltración de agua que lleva consigo nutrientes y contaminantes. Estos contaminantes afectan las principales reservas de agua dulce de San Juan, ubicadas en los acuíferos del Valle del Tulum y el Ullum-Zonda.
Autocrítica y Desafíos en la UNSJ En el marco de la gobernanza del agua, la UNSJ también ha realizado una autocrítica sobre su propio manejo del recurso. Pastore señaló que la universidad no es un ejemplo de uso eficiente del agua. En algunos de sus campus, como el CUIM en Rivadavia, no hay conexión a sistemas cloacales y se sigue utilizando el riego a manto. Durante un reciente taller, se discutió esta problemática y se enfatizó la necesidad de mejorar las prácticas internas para ser coherentes en la formación de futuros gestores del recurso hídrico.
El especialista concluyó que, aunque la escala de acción pueda parecer pequeña, el impacto de mejorar la gestión del agua en cada unidad de la UNSJ sería significativo. “Es esencial que cada uno haga una revisión autocrítica para mejorar el uso del recurso hídrico”, afirmó Pastore, subrayando la importancia de ser un modelo creíble para las futuras generaciones que tomarán decisiones de gobernanza.
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