San Juan, en camino a ser potencia mundial del pistacho: la visión de uno de los mayores productores locales

Con el 87% de la superficie implantada del país, la provincia se posiciona como líder del “oro verde”. El aumento del consumo, la llegada de inversores y las proyecciones de expansión abren un escenario único para el sector.

El furor por el pistacho atraviesa un momento histórico en Argentina y San Juan aparece como el principal epicentro del “oro verde”. La creciente demanda nacional, los altos precios y la explosión gastronómica del fruto seco impulsaron un interés que no solo seduce a consumidores, sino también a inversores y nuevos productores. En este contexto, una de las voces más influyentes del sector asegura que la provincia tiene condiciones para convertirse en referencia mundial.

No es una moda, llegó para instalarse”, afirma el productor Facundo Balboni, radicado en San Juan desde 2015 y dueño de más de un centenar de hectáreas dedicadas exclusivamente al pistacho. Si bien reconoce que la “locura” del último año tuvo “demasiada espuma”, sostiene que el potencial del cultivo es enorme, especialmente por la tendencia global hacia la alimentación saludable.

San Juan, líder absoluto en el país

En Argentina, la superficie implantada creció un 500% en los últimos cinco años, y San Juan concentra el 87% de esas hectáreas. Según datos del Ministerio de Producción, la provincia cuenta con unas 6.000 hectáreas y proyecta llegar a 9.000 en los próximos cuatro años.

Aunque el mercado interno está abastecido, Balboni considera que el verdadero salto está fuera de las fronteras:
No tenemos techo. Faltan más actores y más volumen para ingresar a los grandes mercados internacionales. Las condiciones climáticas de San Juan son óptimas”, asegura.

Los desafíos: clima, genética y reglas claras

El sector también enfrenta dificultades. Una de las principales es el impacto de los fenómenos climáticos, capaces de comprometer años de trabajo. Para el productor, es clave profundizar la tecnificación y el control genético para reducir riesgos.

Balboni también remarca la necesidad de que el Estado acompañe con medidas estructurales:
San Juan será potencia mundial si contamos con las condiciones necesarias: reforma laboral, reforma impositiva y políticas que reconozcan las necesidades del sector”, plantea.

Agua e inversiones: una advertencia al discurso público

El productor llamó además a revisar cómo se comunica el problema hídrico de la provincia.
“La sequía es real, pero tiene mala publicidad. Si ordenamos el recurso hídrico, en vez de repetir ‘no se puede’, evitaremos que las inversiones se vayan a otras provincias”, concluyó.

Op: Juan Llarena

Los comentarios están cerrados.