Según un informe exclusivo obtenido por el Diario de Cuyo a través del Departamento de Hidráulica de San Juan, Argentina, el próximo año se prevé que sea excepcionalmente seco, lo que plantea serias preocupaciones sobre la disponibilidad de agua y el riesgo de crecientes en los ríos.
La situación en la cordillera es alarmante, ya que de las siete estaciones de medición, solo una tiene nieve acumulada. Históricamente, la nieve en la cordillera ha sido una fuente crucial de agua para la región, pero su ausencia este año genera inquietud en la comunidad.
El informe de Hidráulica también proyecta que el río San Juan aporte entre 650 y 700 hm3 en la próxima temporada, situando al período 2023-2024 entre los cinco años más secos del último siglo. Esta baja en el caudal del río plantea desafíos significativos para la agricultura y la gestión del agua en la región.
Una de las razones detrás de esta sequía pronunciada es el retraso en la transición del ciclo de La Niña a El Niño. El fenómeno climático El Niño suele traer humedad desde el Océano Pacífico, que en invierno se traduce en nevadas en la cordillera. Sin embargo, debido a la transición tardía, se esperan lluvias en lugar de nevadas. Estas lluvias repentinas pueden resultar en crecientes violentas en los ríos, aumentando el riesgo de inundaciones.
El informe también destaca que, en la historia de las mediciones de Hidráulica, solo en cuatro años el río San Juan tuvo menos de 700 hm3 de derrame anual. Estos años coincidieron con dos de las peores sequías del último siglo, ocurriendo en 1968, 1970, 2020 y 2021. La principal diferencia entre estos episodios de sequía radica en la presencia de embalses en años más recientes, lo que ayudó a mitigar las pérdidas millonarias en el sector agrícola.
Ante la perspectiva de una temporada desafiante, se están tomando medidas para hacer frente a la escasez de agua. Entre ellas se incluye la planificación de racionamiento de agua en los diques, la búsqueda de maquinaria para reparaciones de emergencia y la contratación de horas de máquina para abordar las posibles crecientes que podrían dañar la infraestructura.
En resumen, el pronóstico hídrico para el año 2024 en San Juan es preocupante, con una sequía pronunciada y la falta de nieve en la cordillera como desafíos principales. La comunidad se prepara para enfrentar esta difícil temporada y busca mitigar los riesgos asociados a la escasez de agua y las crecientes en los ríos. El Departamento de Hidráulica está programando una reunión con regantes para discutir los detalles de este pronóstico y definir medidas adicionales para afrontar los desafíos venideros.
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