El exintendente de Canelones y candidato presidencial del Frente Amplio se encuentra en Buenos Aires.
Con su perfil moderado se impuso en las elecciones partidarias de junio frente a Carolina Cosse, exintendenta de Montevideo y actualmente su compañera de fórmula, y llevó al Frente Amplio a su mejor interna con 410.000 votos, un aumento de más de 60% respecto a las de 2019.
Durante ese primer tramo de campaña electoral fue blanco de lo que denominó “una campaña sucia”, al ser denunciado por una agresión sexual a una trans, una acusación que luego se confirmó fue falsa e ideada por la militante del Partido Nacional (PN), Romina Celeste.
Desde que se impuso la interna, Orsi tomó la decisión, criticada por sus rivales, de no participar en foros donde deba compartir exposición con el resto de los candidatos presidenciales, todos ellos de los partidos de la coalición gobernante: Álvaro Delgado (PN); Andrés Ojeda (Partido Colorado), Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) y Pablo Mieres (Partido Independiente). El frenteamplista aseguró que se encuentra en desventaja de tiempo y número.
La medida no afectó su índice de aprobación y continúa liderando las encuestas de intención de voto, un escenario que se mantiene intacto desde el inicio de su carrera por la Presidencia.
El último sondeo, correspondiente a Factum y publicado el lunes, se desprende que si las elecciones fueran el próximo domingo, el 44% de votantes se inclinaría por el Orsi, mientras que el 27% por Delgado.
Su eventual gobierno tuvo una primera polémica por el cruce entre el presidente del FA, Fernando Pereira, y el economista Gabriel Oddone, (quien es su candidato favorito para ocupar el Ministerio de Economía) respecto al futuro del salario mínimo y su indexación por inflación.
Orsi le puso fin remarcando su protagonismo en un supuesto Ejecutivo. “Quienes asuman la responsabilidad y, en primer lugar, el presidente de la República, tiene que tener claro cuál es la puntería y qué es lo que la gente nos pidió que hiciéramos», remarcó y agregó: «El que venga se tiene que adaptar y tendrá que generar las condiciones y el manejo para que eso ocurra”.
Su plan de gobierno fue presentado el lunes pasado en un acto en Colonia de Sacramento. En él delineó tres prioridades para la gestión: trabajo, seguridad y salud.
«Decimos en primer lugar que vamos a tener un Uruguay con estabilidad económica, pero enfocado en el crecimiento con inclusión y bienestar», remarcó Orsi y agregó: «Eso es lo que llamo un Uruguay próspero, abierto».
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