Este domingo se entregaron al nuevo papa las dos insignas históricas de la Iglesia Católica que marcan el inicio del nuevo ciclo papal.

El «anillo del pescador» está confeccionado con oro puro.
El Palio, es una estrecha banda de lana blanca que se coloca sobre los hombros, por encima de la casulla. Esto representa la figura del obispo como buen pastor y, a la vez, al Cordero de Dios, crucificado por la salvación de la humanidad.
Este ornamento litúrgico está decorado con seis cruces negras de seda —cuatro en el anillo que rodea los hombros y dos en los extremos que caen por el pecho y la espalda—, y lleva también tres alfileres (acícula) que evocan los clavos de la cruz de Cristo.
Ambos elementos, el Anillo del Pescador y el Palio, reafirman la continuidad apostólica y la responsabilidad pastoral del Papa como guía espiritual de la Iglesia universal.
El Anillo del Pescador: historia y simbolismo
El Anillo del Pescador, también conocido como anulus piscatoris, es uno de los emblemas más antiguos y representativos del papado. Su uso data del siglo XIII, con registros de 1265, cuando el papa Clemente IV mencionó en una carta a su sobrino que los documentos oficiales del Vaticano eran sellados con un anillo que llevaba la imagen de San Pedro pescando.
El anillo, que tradicionalmente se entrega al papa al iniciar su mandato, simboliza el rol del pontífice como sucesor de Pedro, el apóstol pescador llamado por Jesús para ser «pescador de hombres». En el caso de León XIV, el interior del anillo lleva grabado su nombre, mientras que el exterior representa a San Pedro con las llaves del Reino y una red.
Además de su carga simbólica, el anillo tiene un valor funcional: históricamente se utilizó como sello oficial de los documentos papales. Por esa razón, y para evitar su falsificación, la tradición indica que el anillo debe ser destruido tras la muerte del Papa.
Al fallecer el Sumo Pontífice, el anillo es retirado por el camarlengo —cargo que actualmente ocupa el cardenal Kevin Farrell— y golpeado con un martillo hasta deformarlo. En muchos casos, sus restos se funden y se utilizan para elaborar el anillo del próximo Papa. Sin embargo, hubo excepciones. Tras la renuncia de Benedicto XVI, por ejemplo, el anillo fue simplemente marcado con una cruz para inutilizarlo, sin ser destruido por completo.
El giro de Francisco: oro plateado en lugar de dorado
El papa Francisco introdujo una modificación significativa a esta tradición: optó por llevar el Anillo del Pescador confeccionado en oro plateado, en lugar del tradicional dorado. La elección buscó reflejar austeridad y humildad, en línea con el estilo sobrio de su pontificado. A pesar del cambio de material, se mantuvo el diseño histórico de la joya.
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