Prisión efectiva: condenaron a Sabag Montiel por distribuir pornografía infantil

Condenado a 4 años de prisión, Fernando Sabag Montiel utilizó perfiles falsos en Instagram y conexiones públicas para distribuir material de abuso infantil.

La Justicia de la Ciudad de Buenos Aires impuso una condena de cuatro años y tres meses de prisión efectiva a Fernando Sabag Montiel, quien actualmente enfrenta procesos judiciales por múltiples delitos, incluido el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. La sentencia del Juzgado N° 28, a cargo de la jueza Julia Correa, se fundamenta en evidencias digitales que vinculan al acusado con la distribución de material de abuso sexual infantil a través de redes sociales.

Según la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas (UFEDyCI), Sabag Montiel utilizó tres perfiles falsos en Instagram, todos vinculados a un mismo número telefónico registrado a su nombre, para enviar material explícito que involucraba a menores de edad. Los archivos, inicialmente identificados por el National Center for Missing and Exploited Children de Estados Unidos, alertaron a las autoridades argentinas sobre su circulación.

El análisis tecnológico determinó que los envíos se realizaron desde diferentes ubicaciones vinculadas al acusado: su lugar de trabajo en Villa Pueyrredón, un hotel en Chacarita donde residió temporalmente, y su domicilio en General San Martín. A pesar del intento de utilizar conexiones ajenas para dificultar su identificación, Sabag Montiel fue directamente implicado en los hechos mediante el cruce de datos durante la investigación.

Durante el juicio abreviado, el acusado reconoció su participación en los delitos y aceptó la pena propuesta por la fiscalía. Además, esta condena se suma a una anterior por tenencia ilegítima de documento nacional de identidad, relacionada con allanamientos posteriores al atentado contra Kirchner. Actualmente, Sabag Montiel permanece en prisión preventiva mientras se desarrollan los procesos judiciales en su contra.

El caso subraya los métodos comunes utilizados en la distribución de material de abuso infantil, incluyendo el uso de identidades digitales múltiples y la explotación de conexiones públicas para evadir la detección. Las autoridades continúan investigando redes de distribución y receptores del material con el objetivo de desarticular estos circuitos delictivos que afectan a menores vulnerables.

Rivero. C

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