El inicio del año 2024 trae consigo una noticia desalentadora para la industria vitivinícola argentina, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Durante el mes de enero, las exportaciones de vino a nivel nacional alcanzaron los 13,8 millones de litros, revelando una disminución de 1,8 millones de litros en comparación con el mismo período del año anterior, lo que representa una caída del 11,2% en la comparación interanual.
El análisis detallado muestra que los vinos fraccionados en botella experimentaron una baja del 21,6%, mientras que las exportaciones de vino a granel disminuyeron un 24,2% en relación a enero de 2023. El precio promedio del vino también sufrió variaciones, ubicándose en 3,21 dólares por litro (-5,3%). No obstante, los vinos fraccionados aumentaron su precio a 4,25 dólares por litro (+3,6%), mientras que el granel se mantuvo en 0,95 dólares por litro (+0,8%). Cabe destacar que la caída en la venta de vinos blancos (27,9%) superó a la de tintos (8,1%), marcando una tendencia opuesta a la observada globalmente.
Contrastando esta situación, el mosto argentino presenta una tendencia positiva con un aumento del 101,5% en las exportaciones, alcanzando las 5.468 toneladas y generando un 82,6% más de ingreso de divisas en comparación con enero del año anterior. El precio promedio del mosto concentrado en este primer mes del año fue de 1.682 dólares por tonelada.
Este abrupto descenso en las exportaciones de vino plantea desafíos para la industria vitivinícola argentina, que ahora enfrentará la tarea de revertir esta tendencia en los próximos meses.
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