Policía sanjuanino apela ante la Corte para anular su condena a perpetua, citando el “caso Chocobar” como precedente
La defensa de Ricardo Rodríguez argumenta que su condena por el asesinato de un camionero durante una persecución en Valle Fértil debe ser anulada, alegando "sesgo de confirmación" y la omisión de pruebas clave que justifican su actuar bajo el cumplimiento del deber.
El policía Ricardo Rodríguez, condenado a prisión perpetua por el asesinato de Federico Gastón Orihuela, un camionero de La Rioja, ha presentado un recurso ante la Corte de Justicia de San Juan. La defensa del oficial busca que se anule el fallo del Tribunal de Impugnación, que ratificó su condena por homicidio agravado tras un incidente ocurrido el 9 de febrero de 2024 en Valle Fértil.
Los abogados defensores de Rodríguez, Martín Zuleta y Federico Victoria, argumentan que la sentencia se basó en un análisis “fragmentario y sesgado” de los hechos, omitiendo pruebas clave que demostrarían que el oficial actuó bajo una percepción de peligro real. La defensa alega que el tribunal de primera instancia, al igual que el de apelación, no consideraron testimonios cruciales que reflejaban el temor por parte de los testigos ante la conducta “temeraria” de Orihuela durante la persecución.
Uno de los puntos destacados de la apelación es el “peligro inminente” que, según la defensa, no fue debidamente valorado. En su recurso, Zuleta resalta que varios testigos, entre ellos policías y motoristas, declararon haber sentido temor por sus vidas debido a la manera en que Orihuela conducía el camión durante la persecución, que se extendió por más de 20 kilómetros. Además, la defensa sostiene que la víctima estaba bajo los efectos de cocaína y alcohol, lo que incrementó el riesgo de la situación.
Otro argumento presentado es el de los “restos de pólvora” encontrados en las manos de la víctima. La defensa considera que el resultado positivo no fue adecuadamente analizado, pues se descartó mediante conjeturas de contaminación, lo cual, según argumentan, contraviene el principio de “In Dubio Pro Reo” (en caso de duda, a favor del reo).
Además, uno de los planteos más graves de la defensa apunta contra la imparcialidad del tribunal. Zuleta denuncia un “sesgo de confirmación” por parte del presidente del tribunal, quien, según la defensa, ya había tomado una decisión de culpabilidad antes de que se concluyera el debate. Como evidencia, se cita la interrupción de testigos de descargo con frases como “bueno, eso es lo que usted creía”, lo que se considera un “contra-examen judicial” ilegal.
En cuanto al uso de la fuerza, la defensa de Rodríguez argumenta que, aunque el oficial disparó más de 30 veces, su acción debe considerarse un exceso en el cumplimiento del deber, y no un homicidio con dolo directo. En este contexto, los abogados invocan el “caso Chocobar”, argumentando que, al igual que en ese caso, el agente actuó con la intención de proteger a otros y no con la voluntad de cometer un crimen. Según la defensa, la respuesta del policía, aunque excesiva, se dio en un contexto de extrema urgencia y tensión, lo que justificaría una pena más baja que la perpetua.
Por último, el recurso también pone en duda la premisa de que Rodríguez desobedeció órdenes superiores. Se alega que el patrullero de Rodríguez no contaba con una radio operativa, lo que impidió que pudiera recibir órdenes claras durante la persecución. La defensa sostiene que las comunicaciones erróneamente atribuidas al oficial no pertenecían a él, sino a otros efectivos.
Con este recurso ante la Corte de Justicia de San Juan, la defensa espera que se declare la nulidad de las sentencias previas y se dicte la absolución de Ricardo Rodríguez. En caso de que no se logre la absolución, se solicitaría que se lo condene por un delito menos grave, acorde con el exceso en el cumplimiento del deber.
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