Plazo fijo a 30 días: la diferencia de rendimiento entre invertir en sucursal y por home banking

En un escenario económico atravesado por una inflación persistente y una marcada cautela de los ahorristas, el plazo fijo continúa siendo una de las alternativas más elegidas por quienes buscan resguardar su capital con un rendimiento previsible. Si bien no se trata de la opción más rentable del mercado, su principal atractivo sigue siendo la seguridad y la certeza del monto a cobrar al vencimiento.

Para una inversión de $350.000 a 30 días, el resultado final varía de acuerdo con el canal de contratación, debido a las diferencias en las tasas nominales anuales (TNA) que aplican las entidades bancarias. En la operatoria tradicional en sucursal, la TNA se ubica en el 20,50%, mientras que al constituir el plazo fijo a través de home banking o canales electrónicos asciende al 22,50%.

En números concretos, quienes opten por realizar la inversión de manera presencial en una sucursal bancaria obtendrán intereses por $5.897,26, alcanzando un monto total de $355.897,26 al finalizar el plazo. Este rendimiento equivale a una tasa efectiva anual (TEA) del 22,54%.

En cambio, al elegir la modalidad digital, el rendimiento resulta más conveniente. En este caso, los intereses generados son de $6.472,60, lo que eleva el total a cobrar al vencimiento a $356.472,60. La TEA se incrementa hasta el 24,98%, reflejando una mejora significativa frente a la opción presencial.

Desde las entidades financieras recuerdan que el capital invertido en un plazo fijo tradicional no puede retirarse antes de los 30 días establecidos. Una vez cumplido el plazo, el ahorrista recibe el monto inicial junto con los intereses pactados, lo que garantiza una rentabilidad conocida de antemano, aun en un contexto de tasas moderadas.

Rivero. C