El agente Benito Andrés Azcurra, de la seccional 32da, enfrenta un pedido de detención por parte del fiscal coordinador Iván Grassi (UFI de Delitos Especiales) tras no presentarse al juicio en su contra. Azcurra está acusado de abuso de autoridad e incumplimiento de sus deberes como funcionario, con Fiscalía buscando una pena de 2 años en suspenso y el doble de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
La situación se desencadenó cuando Roberto Armando «Coti» Muñoz recibió un mensaje anónimo, advirtiéndole de una supuesta operación policial contra su sobrino. Sin verificar la información, Muñoz alertó a su sobrino, provocando una huida precipitada. Sin embargo, el objetivo del operativo no era su sobrino, sino Muñoz, quien había sido denunciado por violencia doméstica.
La confusión llevó a la jueza de Paz de 25 de Mayo, Graciela Rodríguez, a denunciar el incidente, confirmándose posteriormente que el aviso provenía de Azcurra. La investigación reveló un patrón de comportamiento donde Azcurra, descrito como un «policía morochito y flaquito», obstruía repetidamente las denuncias de la pareja de Muñoz, facilitando que este la agrediera en represalia.
La defensa de Azcurra, liderada por Martín Zuleta, buscará desmontar las acusaciones, mientras el juicio por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes continúa.
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