Perpetua impugnada: el oficial Rodríguez pidió su absolución y cuestionó al tribunal
La defensa del policía condenado por matar al camionero riojano Federico Orihuela pidió la nulidad del fallo. Sostiene que actuó en cumplimiento del deber y que el tribunal violó garantías constitucionales.

La defensa del oficial de Policía Ricardo Rodríguez, condenado a prisión perpetua por el homicidio del camionero Federico Orihuela durante una persecución en San Juan, presentó un recurso de impugnación para que se revise la sentencia. A su vez, los abogados Martín Zuleta y Federico Victoria acusaron al juez Eugenio Barbera, presidente del tribunal de juicio, de haber actuado con falta de imparcialidad.
En el escrito, los letrados solicitan la revocación íntegra del fallo y la absolución de Rodríguez, al considerar que el tribunal incurrió en graves violaciones a principios constitucionales y procesales. Según argumentaron, el magistrado Barbera incurrió en un “sesgo de confirmación”, al interrumpir testimonios clave y atribuir al imputado acciones que, según la defensa, corresponden a otros agentes.
Entre los cuestionamientos, resaltan que se adjudicaron al oficial Rodríguez comunicaciones radiales que en realidad habrían sido realizadas por otros policías, como el comisario inspector Mallea Wilson y el motorista Fernández Juan. Además, subrayan que el patrullero en el que circulaba Rodríguez tenía el equipo de radio averiado, hecho respaldado por los testimonios de los policías Aciar y Elizondo.
En el plano jurídico, la defensa invocó los artículos 18 de la Constitución Nacional y 8.2 de la Convención Americana de Derechos Humanos, señalando que el tribunal no respetó el debido proceso, la imparcialidad y la presunción de inocencia.
Durante el juicio, Rodríguez sostuvo que actuó en legítimo cumplimiento del deber (artículo 34, inciso 4º del Código Penal) y que su objetivo era detener el camión, no matar a su conductor. Según la defensa, el uso del arma fue “progresivo y escalonado” y dirigido a zonas no letales, como neumáticos y partes traseras del vehículo.
Asimismo, señalaron que la conducta del camionero Orihuela fue altamente peligrosa, ya que conducía bajo los efectos de alcohol y cocaína, y puso en riesgo la vida de civiles y policías. Varios efectivos que participaron en la persecución declararon haber sentido temor por sus vidas debido a la conducción del camión.
La defensa también planteó que Rodríguez percibió dos fogonazos desde la cabina del camión que interpretó como disparos, versión que habría sido respaldada por una pericia de absorción atómica positiva en las manos de Orihuela y en el interior del vehículo.
Los abogados alegaron que, como mínimo, la conducta del oficial podría encuadrarse como un exceso en el cumplimiento del deber (artículo 35 del Código Penal), lo que habilitaría su encuadre como homicidio culposo (artículo 84), cuya pena es considerablemente menor.
Finalmente, la presentación incluyó una reserva de recursos extraordinarios a nivel provincial y federal, ante una eventual negativa. Solicitan que el tribunal de impugnación revoque la perpetua y ordene la inmediata libertad de Rodríguez.
POR LIC. EUGENIA VILA
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