Pedro Puerta sospechado de falso testimonio
Se cree que el hijo del ex presidente y diputado libertario, mintió en el juicio, en defensa de su amigo preso.

Aún no se conocieron los fundamentos que sostienen las sentencias contra el ex diputado libertario Germán Kiczka y su hermano Sebastián por consumo y distribución de material de abuso sexual infantil –se sabrán a principios de la semana próxima–, pero así y todo el caso ya está desprendiendo sus primeras derivaciones. Es que el Tribunal Penal Número 1 de Posadas que arbitró el juicio oral accedió al pedido de los fiscales Martín Rau y Vladimir Glinka respecto de la posibilidad de falso testimonio tanto de Leonardo Kiczka, padre de los condenados, como de Pedro Puerta, diputado provincial por el partido Activar y mentor político de Germán. Es por eso que los jueces Gustavo Bernie, Viviana Cuckla y el subrogante César Yaya le pidieron a una Fiscalía de Instrucción que investigue tales acusaciones.
Germán Kiczka fue condenado a 14 años por tenencia y distribución de material pedófilo y Sebastián, a 12 solo por tenencia, además de un cargo por abusar sexualmente de una menor de edad en un gimnasio de Apóstoles, la localidad de Misiones donde vivían los hermanos antes de ser detenidos. A lo largo de las doce audiencias realizadas en el Palacio de Justicia de la capital provincial desfilaron alrededor de sesenta personas en calidad de testigos, aunque la mayor atención se concentró sobre uno en particular: además de compañero de bancada en el bloque de la Cámara de Representantes (de la que Kiczka fue expulsado en agosto pasado, cuando ya estaba prófugo) Pedro Puerta tenía con Germán una relación personal, tal como se desprenden de algunos videos, especialmente los registrados durante un streaming que compartían años atrás.
La ventaja de tener fueros
Amparado en sus fueros, el hijo del dos veces gobernador de Misiones y ex presidente de la Nación durante tres días de diciembre de 2001, Ramón Puerta escogió declarar por escrito ante el pedido del tribunal de presentarse como testimoniante en el juicio. Para los fiscales esto implicaba una limitante, ya que les impedía repreguntar. Así las cosas, Pedro Puerta envió sus respuestas, diez en total y todas ellas breves. La más resonante fue cuando admitió que “el vínculo que me unía era puntualmente político. Formábamos parte del mismo partido”. Además le consultaron si Germán Kiczka le había enviado alguno de los archivos por los cuales estaba imputado y dijo: “No recibí fotos ni videos de carácter pornográfico o sexual, ni de forma directa ni a través de dispositivos electrónicos o impresos”.
“Por lo que a mí me consta, no ha declarado con la verdad”, apuntó el fiscal Glinka al momento de los alegatos. “Nosotros tenemos un documento de 94 mil hojas, sabemos todo lo que le estamos preguntando. No venimos a pescar al juicio, sabemos lo que tienen que contestar. Y toda esa presentación, que ni siquiera luce como una propia, porque tiene dentro de ella latigazos propios del abogado que lo patrocinó, cuando no hacía falta. A prima facie no se tomó la molestia ni siquiera de contestar él las preguntas que le hicimos, pero las preguntas no coinciden con lo que está en la causa y es una problema”.
Algo similar interpretaron los fiscales sobre Leonardo Kiczka, puntualmente por las contradicciones que el padre de los acusados exhibió al responder acerca de una menor de edad, lo cuál estiman que pudo haber contribuido a “haber colaborado con la impunidad de sus hijos”. Por ese motivo Vladimir Glinka como Martín Rau sospechan que tanto él como Pedro Puerta pudieron haber incurrido en el falso testimonio, un delito de acción pública a raíz de que ambos declararon bajo juramento. “Extráiganse las copias pertinentes y remítanse a la Fiscalía de Instrucción en turno a sus efectos”, concluyeron los jueces del Tribunal Penal 1 de Posadas en el fallo leído el miércoles pasado, lo cual deja abierta la posibilidad de que se inicie una nueva causa.
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