Olivícolas proyecta un crecimiento récord en la producción de aceitunas, pero advierte sobre los problemas energéticos y hídricos

Los olivicultores locales esperan un aumento del 40% en la cosecha de aceitunas para 2025, impulsado por un buen clima y más hectáreas en producción. Sin embargo, los productores piden soluciones urgentes en infraestructura energética y gestión del agua para garantizar la sustentabilidad del sector.

Las 18.000 hectáreas de olivos en San Juan tendrán un rendimiento superior en 2025, con la previsión de una cosecha de unas 30.000 toneladas, gracias a las excelentes condiciones climáticas y la expansión de los cultivos. De las nuevas plantaciones, alrededor de 1.000 a 1.100 hectáreas están alcanzando la madurez, lo que supone un incremento del 40% en la producción de aceitunas respecto al año anterior.

Según Daniel Fernández, presidente de la Cámara de Olivícolas de San Juan, la demanda mundial de aceite de oliva sigue creciendo, y Estados Unidos se mantiene como el principal destino de las exportaciones. Sin embargo, el sector enfrenta desafíos significativos en el ámbito local. Entre los principales problemas que aquejan a los olivicultores, Fernández destaca la falta de infraestructura energética y la escasez de agua. Ambos recursos son fundamentales para la producción, ya que más del 90% del riego en la provincia se realiza a través de pozos subterráneos.

El riego por goteo es uno de los sistemas más eficientes en cuanto a uso de agua, pero su implementación y funcionamiento dependen de un suministro energético constante, que actualmente presenta fallas frecuentes. En particular, las zonas productoras de olivos, como Sarmiento, sufren cortes de energía y roturas de bombas, lo que afecta el riego en tiempos clave. Los olivicultores han solicitado al gobierno una actualización urgente de la red eléctrica, ya que estas deficiencias no son problemas recientes, sino que se arrastran desde hace años.

En cuanto al agua, los productores subrayan la importancia de gestionar de manera responsable los acuíferos subterráneos, ya que la sobreexplotación está reduciendo los niveles de las napas. La situación es preocupante porque sin una adecuada gestión de este recurso vital, la viabilidad a largo plazo de la producción de olivos podría verse comprometida.

A pesar de estos desafíos, la producción olivícola sigue siendo uno de los sectores agroexportadores más importantes de la provincia. De hecho, San Juan se posiciona como el principal productor y exportador de aceitunas y aceite de oliva del país. Además, los productores esperan ampliar su presencia en mercados internacionales, aunque también tienen la vista puesta en el mercado interno, donde el consumo de aceite de oliva es bajo en comparación con otros países productores, como España.

A pesar de las dificultades, los olivicultores de San Juan confían en que la incorporación de nuevas hectáreas en producción y la mejora de la eficiencia hídrica y energética permitirán que el sector continúe creciendo sin temor a una sobreproducción. Sin embargo, insisten en la necesidad de contar con un respaldo de infraestructura más sólida para mantener el ritmo de crecimiento y seguir aportando al desarrollo económico de la región.

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