La Fiscalía de Corrientes ha solicitado nuevamente una pericia balística en el marco de una compleja investigación criminal. En esta ocasión, el foco está puesto en esclarecer el homicidio de Juan Ignacio «Nacho» Martínez Tejada (18), donde el plomo extraído de su cuerpo ha presentado dificultades en su análisis local.
El equipo de investigadores, liderado por el fiscal coordinador Adrián Riveros y los ayudantes fiscales Emiliano Pugliese y Sebastián Gómez (UFI de Delitos Especiales), buscará determinar si los proyectiles fueron disparados con el pistolón calibre 22 o un revólver calibre 38, ambos secuestrados en una casa del barrio Teresa de Calcuta, Pocito. En este lugar, Martínez y otro implicado, Braian Guajardo, presuntamente realizaron disparos desde una moto junto a otros dos individuos.
La complejidad del caso radica en que el plomo extraído del cuerpo de la víctima está considerablemente dañado, lo que dificulta su análisis en San Juan. Por ello, se ha decidido recurrir a peritos de Corrientes para obtener una evaluación precisa.
La teoría principal de la Fiscalía apunta a que, la noche del jueves 5 de octubre pasado, desde el interior de la casa donde se realizaron los disparos también se efectuaron tiros, siendo uno de ellos fatal para Martínez. La vivienda fue allanada, resultando en la detención de Walter Agustín Barahona (18) y el secuestro de un revólver calibre 38 y una carabina calibre 22.
La incertidumbre sobre qué arma causó la muerte de Martínez persiste, y la Fiscalía busca esclarecer este punto a través de la pericia en Corrientes. Se mantiene la sospecha de que el incidente podría haber sido un ajuste vinculado al tráfico de drogas.
Este proceso se asemeja al caso «Mito» Rodríguez, donde una pericia balística previa resultó crucial para resolver el crimen y llevar a juicio a los responsables. La Fiscalía espera obtener resultados precisos que contribuyan a la resolución de este caso en particular.
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