“No sale ni una gota”: familias de Pocito denuncian que hace días no tienen agua

En el barrio Luz y Fuerza IV, en Pocito, la rutina cambió por completo. Ya no se trata de abrir una canilla, llenar una olla o lavar la ropa. Desde hace más de una semana, para 110 familias esas acciones simples se convirtieron en un desafío diario: el agua falta, primero por una baja en la presión y ahora, directamente, porque no sale ni una gota.

Todo comenzó con una obra en las inmediaciones de Calle 6 y Vidart. Según relataron los vecinos, les informaron que los trabajos afectarían momentáneamente el servicio. Pero lo que debía ser una reducción temporal terminó en un corte total que se extendió por días, sin respuestas claras.

“Hace muchos días que compramos agua mineral para tomar. Para bañarnos o lavar, vamos a pedir a barrios vecinos o a familiares. Ya no alcanzan los bolsillos”, cuenta Jésica Leiva, una de las vecinas afectadas, que habla con cansancio y enojo.

La situación se agravó en las últimas horas. Desde la noche del domingo hasta la madrugada del lunes, el agua dejó de caer por completo. Las familias que todavía podían llenar baldes o bidones con el hilo de agua que caía cada mañana ahora dependen exclusivamente de lo que puedan conseguir por fuera del barrio.

Pero los reclamos tampoco encuentran destino. Según los vecinos, cada vez que se comunican con OSSE reciben una encuesta automática que da por hecho que los arreglos ya fueron realizados. “En teoría está solucionado, pero nosotros seguimos igual. Hoy algunos vecinos fueron al CIC a pedir ayuda porque ya no sabemos a dónde más recurrir”, explica Leiva.

En las calles del barrio, lo que se repite es la misma escena: vecinos cargando botellas vacías, buscando sombra para esperar autos que les acerquen agua, o revisando una y otra vez las canillas como si algo pudiera cambiar de un momento a otro.

Con el calor que ya se siente en Pocito, la preocupación aumenta. No solo por el consumo básico, sino también por la higiene, la comida y la salud de los más chicos. “Son muchos días así y la necesidad crece”, lamentan.

Mientras tanto, los hogares del Luz y Fuerza IV esperan que la situación se normalice y que la obra que debía mejorar el servicio no termine siendo el inicio de un problema más grave.

POR LIC. EUGENIA VILA

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