Murió la mujer japonesa más vieja: tenía 116 años
Fusa Tatsumi, además, fue una de las personas más longevas del mundo.
La persona más longeva de Japón murió este martes a los 116 años, anunciaron las autoridades de la ciudad japonesa donde falleció la mujer, quien vivió dos guerras mundiales.
Nacida el 25 de abril de 1907, Fusa Tatsumi tuvo tres hijos con su marido agricultor, cerca de Osaka, oeste del país asiático, informó el canal de televisión local MBS, que difundió imágenes de la decana en su silla de ruedas durante su último cumpleaños, el pasado mes de abril.
«Tatsumi murió el martes a la edad de 116 años», confirmó un concejal municipal de la localidad de Kashiwara, en el departamento de Osaka. De acuerdo a las autoridades locales, la mujer murió en la casa de asistencia en la que vivía desde hace algunos años de causas naturales.
«Recuerdo que la señora Fusa Tatsumi estaba bien», afirmó en la red social X el gobernador de Osaka, Hirofumi Yoshimura, que la vio durante una fiesta en septiembre para celebrar su longevidad. Además, las personas que se encargaban de cuidarla afirmaron que durante el día lunes Tatsumi se encontraba bien, por lo que su muerte fue una sorpresa para todos.
Japón es el segundo país con más personas longevas, detrás de Mónaco, con más de 47.000 centenarios. Fusa Tatsumi se había convertido en la persona más longeva del archipiélago tras la muerte el año pasado de Kane Tanaka a los 119 años.
Kane Tanaka fue reconocida en abril de 2022 por el Guinness World Records como la decana de la humanidad. Actualmente este «título» pertenece a la española nacida en Estados Unidos María Branyas, que cumplirá 117 años el 4 de marzo de 2024.
Tras el fallecimiento de Tanaka, la persona que se quedó con el título de la persona más longeva del mundo fue Lucile Randon, también conocida como Hermana André. Falleció en enero de este año en una residencia para ancianos de Toulon, Francia.
Randon nació el 11 de febrero de 1904 y el 25 de abril de 2022 el Guinness World Records señaló que era la persona de mayor edad del mundo. La religiosa pasó sus últimos años ciega y en silla de ruedas, tiempo en el que también aseguraba que uno de sus mayores deseos era morir.
En una de sus últimas entrevistas, Lucile Randon expresó que muchos dicen que «el trabajo mata», mientras que para ella el trabajo es la que la hizo vivir tanto, ya que ejerció hasta los 108 años.
Por: Graciela Herrera
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