Tras la muerte del papa Francisco, serán 133 los cardenales con derecho a voto en el próximo cónclave. El funeral será el sábado y Javier Milei viajará a Roma para asistir. El nuevo pontífice deberá ser elegido por una mayoría calificada.
El papa Francisco falleció este lunes a los 88 años, en la residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano, tras enfrentar complicaciones de salud que incluyeron una neumonía y, finalmente, un derrame cerebral. El camarlengo del Vaticano, el cardenal Kevin Joseph Farrell, fue el encargado de comunicar oficialmente la noticia del deceso, ocurrido a las 7:35 (hora local).
Francisco estuvo al frente de la Iglesia Católica durante 12 años y 39 días, transformando el papado con un estilo austero, reformista y cercano a los más vulnerables. Su partida marca el inicio de una nueva etapa para el Vaticano: el cónclave para elegir al próximo papa.
133 cardenales votarán al nuevo pontífice
Con dos recientes bajas por motivos de salud, el número de cardenales electores, aquellos menores de 80 años con derecho a voto, quedó en 133. Según las reglas del Vaticano, para elegir a un nuevo papa se requiere una mayoría calificada de dos tercios. En este caso, el futuro pontífice necesitará al menos 89 votos para ser proclamado.
El cónclave se celebrará en la Capilla Sixtina bajo estrictas normas de secreto, y podría durar desde unas horas hasta varios días, dependiendo de la dinámica de votación y consensos.
Funeral y despedida
El cuerpo de Francisco será expuesto desde este miércoles en la Basílica de San Pedro, donde miles de fieles podrán rendirle homenaje en una capilla ardiente. El funeral oficial se celebrará el sábado 26 de abril, con la presencia de autoridades religiosas y políticas de todo el mundo.
El presidente argentino, Javier Milei, anunció que viajará este jueves a Roma para participar de la ceremonia. El Gobierno nacional decretó además siete días de duelo, en honor al papa argentino.
Un último deseo: ser enterrado fuera del Vaticano
En un gesto que condensa su perfil humilde y disruptivo, Francisco pidió en su testamento no ser sepultado en la Basílica de San Pedro, como la mayoría de sus predecesores, sino en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Se convertirá así en el primer papa en más de un siglo en ser enterrado fuera del Vaticano.
Con su muerte, no solo finaliza un pontificado marcado por la cercanía con los pobres y la lucha contra los abusos, sino que se abre una nueva página en la historia de la Iglesia Católica. El mundo observa ahora hacia Roma, donde 133 cardenales comenzarán en los próximos días el proceso para elegir al próximo sucesor de Pedro.
Fuente: El Cronista
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