Una tragedia conmocionó este miércoles a los trabajadores de una calera en Albardón. Darío Fernández, operario de 53 años, murió mientras realizaba tareas de mantenimiento en uno de los hornos de la planta Calidra, en la localidad de La Laja. La autopsia determinó que falleció a causa de un infarto fulminante, descartando cualquier indicio de electrocución, lesiones o participación de terceros.
El hecho ocurrió alrededor de las 2:45 de la madrugada, cuando Fernández, acompañado por un compañero, subió hasta el piso 11 del horno calero N°3 —a unos 50 metros de altura— para atender una falla en un motor, detectada por el sistema informático de la empresa.
Según detalló la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Especiales, encabezada por los fiscales Nicolás Schiattino e Ignacio Domínguez, el trabajador se desplomó repentinamente justo antes de comenzar la reparación. Su compañero pidió asistencia médica de inmediato, pero pese a los esfuerzos de los profesionales, no pudieron reanimarlo.
Las primeras pericias realizadas en el lugar por Brigada de Delitos Especiales, Criminalística y Bomberos no revelaron ninguna anomalía. El informe preliminar del médico legista, luego ratificado por la autopsia forense en la Morgue Judicial, descartó signos de violencia, caídas o descarga eléctrica.
Desde la Policía Científica informaron además que la víctima llevaba puestos todos los elementos de seguridad requeridos, incluyendo casco, guantes y botas, como lo establece el protocolo para trabajos en altura y en zonas de riesgo eléctrico.
El hecho dejó una profunda consternación entre sus compañeros de trabajo, que lo describieron como un hombre experimentado, responsable y muy querido dentro de la planta.
Op: Juan Llarena
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