Millonaria estafa digital: un empresario sanjuanino perdió $100 millones por maniobras fraudulentas

La Justicia investiga una modalidad de “gasto hormiga” que habría comenzado tras el robo de datos bancarios durante un viaje a Buenos Aires.

La UFI de Delitos Informáticos y Estafas investiga una estafa millonaria que tuvo como víctima a Wilson Lobos, empresario sanjuanino, propietario de una fábrica de cal en Los Berros y presidente del Club Sarmiento de Media Agua, quien sufrió un perjuicio económico cercano a los 100 millones de pesos.

Según la denuncia, desde febrero pasado la cuenta bancaria del empresario fue utilizada por terceros para realizar múltiples operaciones no autorizadas, entre ellas apuestas online, recargas de tarjetas SUBE, pagos de cuotas del Club River Plate y abonos de servicios eléctricos en la provincia de Buenos Aires. La maniobra se ejecutó bajo la modalidad conocida como “gasto hormiga”, con montos relativamente bajos pero reiterados, lo que permitió que pasaran inadvertidos durante varios meses.

La principal hipótesis que manejan los investigadores apunta a la clonación de los datos de su tarjeta de débito durante un viaje familiar a Monte Hermoso, en la provincia de Buenos Aires. La situación salió a la luz el pasado 9 de diciembre, cuando Lobos detectó dos pagos a la empresa Edenor por 800.000 y 600.000 pesos, movimientos que encendieron la alarma.

De acuerdo a la reconstrucción inicial, solo entre el 25 de noviembre y el 9 de diciembre los estafadores realizaron consumos por casi 9 millones de pesos, manteniendo un promedio mensual de gastos cercano a los 10 millones. Tras advertir las irregularidades, el empresario procedió a bloquear la cuenta y radicó la denuncia formal este lunes 29 de diciembre.

Al explicar por qué no advirtió antes el fraude, Lobos señaló que se trata de una cuenta de uso cotidiano. “La usamos todos los días para pagar insumos, servicios y gastos habituales, por eso no notamos nada raro mes a mes”, explicó.

El hallazgo, relató, se produjo en un momento familiar. “Le pregunté a mi hija por esos pagos y me dijo que no sabía nada. Ahí revisamos la cuenta y empezamos a encontrar un montón de movimientos que no eran nuestros”, contó.

Finalmente, el empresario reconoció el fuerte impacto emocional que le generó la situación. “Es mucha plata. Los primeros días estaba muy bajoneado y pensaba cómo no revisé antes las cuentas”, expresó, aunque concluyó con resignación: “Podría haberme dado cuenta antes, pero ya está”.

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