Las pequeñas y medianas empresas de San Juan cierran un 2025 difícil, con ventas deprimidas y una economía que aún no logra mostrar señales firmes de recuperación. En este contexto, la Federación Económica de San Juan proyecta un escenario más alentador si avanzan las reformas laboral e impositiva que impulsa el Gobierno nacional, medidas que el sector considera claves para mejorar la competitividad.
“El año fue de sobrevivir”, resumió Daniel Milla, presidente de la entidad e integrante de CAME. Pese a la dureza del panorama, el dirigente señaló que la posibilidad de cambios estructurales genera expectativas: “La reforma laboral y la reforma impositiva son pedidos históricos de las pymes. Argentina tiene una de las presiones impositivas más altas y eso encarece los precios, que siempre los termina pagando el consumidor final”.
Milla destacó que el sector espera que una reforma impositiva reduzca la carga de tributos nacionales, provinciales y municipales, que se trasladan directamente al costo de producción. “La presión fiscal incide en el precio final y perjudica tanto al comerciante como al cliente. Un alivio tributario sería clave”, afirmó.
En cuanto a la reforma laboral, el dirigente remarcó que el sector productivo busca reglas más claras para la relación empresa–trabajador. Uno de los puntos más sensibles es la llamada “industria del juicio”. “Es algo que hay que eliminar. Necesitamos seguridad jurídica para ambas partes cuando termina una relación laboral, con sistemas de indemnización o seguros que eviten conflictos y litigios costosos”, planteó.
De cara al 2026, Milla sostuvo que las expectativas son moderadas pero reales. “Hay esperanza en lo que viene. Si las reformas avanzan, podrían generar condiciones más favorables para producir y competir”, evaluó.
A la espera de un mejor cierre de año, las pymes siguen observando ventas en niveles bajos. “El Día de la Madre dejó un pequeño repunte, pero no alcanzó para revertir el año. Las expectativas están puestas en Navidad”, indicó Milla.
El dirigente advirtió además que el fuerte endeudamiento de las familias limita el consumo: “Hay un volumen muy alto de gastos con tarjeta de crédito, pero en productos básicos, no en bienes durables”.
Pese al panorama adverso, aclaró que no se registraron cierres masivos ni despidos generalizados en San Juan. “No tenemos datos de un quiebre profundo en el sector. En la mayoría de los casos, empleadores y empleados buscaron acuerdos para sostener los puestos de trabajo”, concluyó.
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