Milei tendrá una asunción llena de peculiaridades, pero también con antiguas tradiciones
El presidente electo protagonizará una serie de actividades que comenzarán con el traslado la Congreso antes del mediodía, hasta la gala en el Teatro Colón por la noche.
El presidente electo Javier Milei asumirá este domingo con una ceremonia de traspaso de mando y actos protocolares que, en algunos aspectos, se ajustarán a las tradiciones, mientras que en otros se observarán peculiaridades surgidas de la impronta del futuro mandatario.
Desde hace días comenzaron a tejerse hipótesis sobre cómo se desarrollarían los momentos fundamentales de la toma de posesión, que van desde la llegada del mandatario electo al Congreso nacional, su jura ante la Asamblea Legislativa y la imposición de los atributos de mando por parte del presidente saliente Alberto Fernández, hasta la gala que se realizará por la noche en el Teatro Colón.
Aunque existen legislaciones que imponen algunas obligaciones, también es cierto que los jefes de Estado fueron estableciendo sutiles diferencias. En 2015, por ejemplo, el traspaso entre Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri fue motivo de polémica e idas y vueltas.
A cuatro días del traspaso de mando, las reuniones para ajustar el itinerario continúan realizándose y esta misma tarde se avanzará en un cónclave para definir las cuestiones de seguridad.
Buena parte de la organización está en manos de Jorge Faurie, excanciller del gobierno de Cambiemos de Mauricio Macri, un experto en ceremonial y «una persona puntillosa en extremo», según confiaron fuentes del gobierno electo de La Libertad Avanza.
Esas mismas fuentes adelantaron hoy varias certezas: Milei jurará al mediodía del domingo ante la Asamblea Legislativa reunida en el Congreso, recibirá en ese mismo recinto los atributos y no pronunciará discurso ante los legisladores, sino que lo hará en las escalinatas del edificio, ante lo que espera sea una «multitud» de seguidores.
Ayer, Milei convocó a través de las redes sociales a la ciudadanía a asistir el domingo a las inmediaciones del Congreso nacional y solicitó a la gente que lleve una bandera argentina.
Respecto de los atributos, la sastrería militar tomó hace un par de semanas las medidas para la nueva banda presidencial y esta mañana el orfebre Juan Carlos Pallarols entregó el bastón de mando a la oficina de ceremonial de la Casa de Gobierno.
«Cada presidente recibe tres o cuatro bastones, lo que pasa es que el periodismo siempre se olvida», respondió esta mañana Pallarols al ser consultado por los cronistas acreditados sobre la posibilidad de que Milei use uno diseñado por otro artesano.
El discurso que Milei dirá ante los ciudadanos reunidos en la Plaza del Congreso está por estas horas «bajo 7 llaves» y son muy pocos los que conocen el contenido y cuál será el tono elegido por el presidente electo.
Otra novedad es que se pretende acotar la transmisión televisiva en «cadena», limitándola a la jura y al discurso, mientras que el resto de la jornada será emitida por la TV Pública para que «la repitan quienes deseen».
Terminado el capítulo del Congreso, Milei se trasladará a la Casa de Gobierno en un auto descapotable a lo largo de la avenida de Mayo y recuperará una tradición que no se repite desde la asunción de Fernando de la Rúa.
El «Cadillac de Perón» -que se asocia erróneamente a Eva Perón por la película de Juan Carlos Desanzo- se encuentra en exhibición en el Museo del Bicentenario pero no está operativo y por esa razón Milei no lo utilizará, tal como se especuló en los últimos días, y viajará en un Valiant 3 gris.
Así conseguirá la misma postal que Raúl Alfonsín, Carlos Menem y De la Rúa, viajando a contramano por la avenida de Mayo recibiendo el apoyo de sus seguidores.
El líder libertario «quiere caminar» en algún tramo pero, por ahora, se impone el criterio de la Casa Militar y de los expertos en seguridad que desalientan esa posibilidad.
Milei llegaría entonces a la Casa Rosada, lugar en el que realizaría «un gesto, un pequeño acto formal» del que aún no se conocen detalles y luego recibirá el saludo de los mandatarios, representantes extranjeros e invitados especiales: hasta el momento están confirmadas las presencias del Rey de España, Felipe VI; y de los presidentes de Chile, Paraguay, Uruguay, Ecuador y Hungría.
También está confirmado que asistirán -en carácter de invitados- el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro -con una importante comitiva- y el líder del partido español VOX, Santiago Abascal.
No asistirá el presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva, ni el exjefe de la Casa Blanca, Donald Trump, mientras que se espera por la confirmación del mandatario salvadoreño Nayib Bukele.
Tras un cocktail que se realizará en la Casa Rosada, el mandatario se dirigirá caminando a la Catedral Metropolitana donde, a las 19, está prevista la realización de una «invocación religiosa de inicio de la gestión presidencial», con la participación interreligiosa de los representantes de los cultos que se profesan en el país, según informaron fuentes del arzobispado porteño.
Luego, el Presidente se dirigirá al Teatro Colón, lugar en el que se presentará la ópera Madame Butterfly de Giacomo Puccini.
La «gala presidencial» tiene como antecedentes más cercanos los traspasos presidenciales en 1999 y en 2015.
En esa última ocasión Mauricio Macri llegó acompañado por su esposa Juliana Awada para presenciar una función en la que se interpretó el Himno Nacional, el preludio al primer acto de la ópera “Parsifal” de Richard Wagner y una parte de «La danza del trigo” de Alberto Ginastera.
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