Más detalles del caso Diddy que complican al acusado

El Mundo

Sean «Diddy» Combs  sigue acumulando denuncias en torno a la causa por  tráfico sexual  que lo tiene preso en una cárcel de máxima seguridad en Nueva York.

Se conoció que hacía un “patrullaje nocturno»  para reclutar mujeres con el objetivo de llevarlas a pasar un rato con él.

En qué consistían las «patrullas nocturnas»

Un informe en The New York Post basado en un testimonio de  una víctima cuenta cómo era el procedimiento de las “patrullas nocturnas”.

La fuente que habló con el medio narró que en una fiesta en 2004 en una mansión del rapero en Los Hamptons, Nueva York, un grupo de hombres se acercó a ella y a otra mujer y les preguntaron si al terminar el evento querían compartir un rato con el anfitrión.

“Estaba allí porque mi marido trabajaba para la empresa Sony. Estaba hablando con otra mujer y de repente apareció un tipo. Me dijo, ‘Diddy las vio y quiere saber si quieren pasar tiempo juntos después de que todo esto termine’. No sabía qué decir”,  contó la testigo al medio.

“Trató de convencerme de que era un honor que me lo pidieran y luego dijo que sería un momento ‘íntimo’. Esa fue la señal que me hizo darme cuenta de que no me estaban invitando solo para pasar un rato”, agregó.

La mujer le dijo al asistente del rapero quién era su marido y los motivos por los que rechazaba la propuesta. No obstante, su compañera aceptó y la testigo cuenta que nunca más la otra mujer volvió a hablar del tema. Solo atinó a mencionar que fue un gran error haber participado.

Diddy

Las «noches del rey salvaje»

Las fiestas que organizaba Diddy fueron llamadas de manera interna por los que trabajaban para él «las noches del rey salvaje».

Hace pocos días un testigo clave,  exempleado de Diddy, declaró cómo tenía que dejar los lugares para que su jefe pueda tener disponible lo necesario para sus encuentros íntimos en hoteles.

Este testigo, Phillip Pines, que trabajó entre 2019 y 2021, era quien se aseguraba que todas las habitaciones de los hoteles en los que se alojaba el cantante estuvieran “equipadas”.

Ese equipamiento consistía en luces rojas, hielo, bebidas alcohólicas y cigarrillos de marihuana y otros elementos de índole sexual. Parte del trabajo de este testigo era borrar toda “evidencia” luego de esas fiestas en las habitaciones.

«Lo trataba como un animal que jugaba a buscar la pelota para demostrar su lealtad. Si se negaba, le dijeron que lo despedirían y lo excluirían de la industria”, alegaron los abogados de Pines.

Los comentarios están cerrados.