Más de 3.000 sanjuaninos aplaudieron de pie la Gala Patria en el TB
Durante tres días, el Teatro del Bicentenario se vistió de gala y fue testigo de un espectáculo único que revivió la historia de mujeres que dejaron una huella imborrable en nuestra historia.
La Gala Patria organizada por el Gobierno de la Provincia de San Juan, junto al Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte, a través del Teatro del Bicentenario, tuvo como eje principal eternizar en una sola voz la historia de mujeres reales y de ficción. Un reconocimiento a la Gringa Chaqueña, Juana Azurduy, Manuela Pedraza, Rosario Vera, Dorotea la cautiva, Alfonsina Storni, Guadalupe Cuenca, la China del Alto y en ellas, a todas las admirables y valientes pobladoras, creadoras de un tejido que hace a la patria.
Asistieron al evento el gobernador Marcelo Orrego, autoridades provinciales, nacionales e internacionales como el embajador de la Unión Europea Amador Sánchez Rico, entre otros.
El público se conmovió profundamente y lo demostró aplaudiendo de pié, un año más, con la Gala Patria que celebró el 214° Aniversario de la Revolución de Mayo y tuvo en el escenario principal el gran despliegue de artistas interpretando la obra icónica de Ariel Ramírez y Félix Luna. Una producción integral del Teatro del Bicentenario bajo la dirección de Alexis Mirenda, con más de 50 bailarines que pusieron cuerpo y alma a las voces de artistas sanjuaninas.
“Mujeres Argentinas” fue un laberinto de emociones que combinó danza contemporánea y folclore, al compás de la voces de Eli Domínguez y Melisa Quiroga, que emocionaron al público en cada cuadro. La escenografía no pasó desapercibida, por momentos recreaba un desierto en el caso de Dorotea la cautiva y, en otros, bajaban sillas simulando el aula de Rosario Vera.
Las proyecciones audiovisuales fueron también protagonistas del espectáculo que comenzó con un collage de rostros de mujeres argentinas, en la historia de Guadalupe Cuenca se podía disfrutar de las cartas que escribía, y el cuadro más impactante fue el de Alfonsina y el mar, que reproducía grandes olas acompañadas por los movimientos de las bailarinas.
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