Los gremios sanjuaninos se plantan ante la reforma laboral: “No vamos a entregar derechos”
En medio del impulso del Gobierno nacional por aprobar una reforma laboral con salarios por productividad y paritarias por empresa, los sindicatos locales expresan cautela y firmeza. Piden diálogo real, advierten sobre los riesgos de precarización y aseguran que no aceptarán retrocesos.
La propuesta de reforma laboral que el Gobierno de Javier Milei pretende enviar al Congreso ya genera resistencia en el movimiento obrero sanjuanino. Aunque los gremios locales reconocen la necesidad de discutir cambios en las reglas del trabajo, marcan un límite tajante: la negociación es posible, pero los derechos conquistados no se tocan.
El Ejecutivo nacional busca instaurar un sistema de “salarios dinámicos” —ligados a la productividad—, además de habilitar convenios por empresa y jornadas más extensas. Sin embargo, el sindicalismo provincial encendió las alarmas, temiendo que estas medidas escondan un intento de flexibilización encubierta.
“Hasta ahora, todo son versiones políticas. Lo importante es que se sienten con los trabajadores a explicar qué quieren hacer”, reclamó Eduardo Cabello, secretario general de la UOCRA y referente de la CGT San Juan. Advirtió además que el esquema de salarios por productividad podría convertir el mínimo en un techo: “Si el salario mínimo es de 350 mil pesos, te van a decir que eso es lo máximo. Ese es el peligro”.
Cabello remarcó que el foco del debate debería ser la creación de empleo genuino, no la pérdida de derechos: “¿Para qué querés una reforma laboral si no hay trabajo? Primero hay que recuperar la producción y la confianza”.
A su turno, Víctor Menéndez, titular del Sindicato de Estaciones de Servicio, fue aún más duro. Señaló que las modificaciones “responden a exigencias del FMI y del Tesoro estadounidense” y denunció que podrían fragmentar al movimiento sindical. “No nos oponemos a modernizar los convenios, pero una reforma profunda que precarice el empleo no la vamos a aceptar”, advirtió.
Menéndez también criticó la posibilidad de jornadas de más de 12 horas y el pago de indemnizaciones en cuotas: “Eso sería retroceder décadas en materia de derechos laborales. Si intentan imponerlo, nos van a encontrar en la calle”.
En tanto, Mirna Moral, secretaria general de Empleados de Comercio, optó por una postura más moderada. Dijo que el gremio está “en expectativa” y que esperarán a conocer el texto oficial del proyecto antes de fijar posición definitiva. “Hay que escucharse y buscar acuerdos que sirvan a todos. Pero no a costa del trabajador”, enfatizó.
El tema será eje central del próximo congreso nacional de la Federación de Empleados de Comercio (FAECYS), previsto para el 26 de noviembre, donde se espera una definición sobre la postura gremial frente a la reforma.
Mientras el Gobierno nacional busca acelerar los tiempos legislativos, en San Juan los gremios ya delinean una estrategia común: acompañar el debate, pero resistir cualquier intento de avanzar sobre las conquistas laborales históricas.
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