La selección argentina de vóley se prepara para afrontar la VNL y antes tendrá una serie de amistosos en San Juan. En el equipo albiceleste, además de Bruno Lima y Matías Sánchez, se encuentra Manuel Armoa que, aunque nació en Buenos Aires, lleva a San Juan en la sangre. Con apenas 21 años, el punta receptor se perfila como uno de los estandartes del recambio albiceleste.
«Estamos muy bien en este nuevo ciclo con la selección. La verdad que vamos por la cuarta semana de entrenamiento. Es intenso el entrenamiento, pero de a poco se van sumando todos», contó. El joven, formado en UPCN, vive estos días con una mezcla de ansiedad y concentración.
Armoa explicó que aún hay piezas del rompecabezas que faltan encajar. “Tienen que incorporarse algunos jugadores y parte del grupo técnico que todavía está terminando sus campeonatos y respectivas ligas. Pero los demás estamos entrenando a full”, detalló. El plantel se rearma tras un calendario de clubes que estiró las definiciones hasta mayo, y el cuerpo técnico, encabezado por Marcelo Méndez, tiene la tarea de ensamblar lo nuevo sin perder competitividad.
La inclusión de Manuel en la preselección no fue casualidad. El jugador reconoce que su convocatoria llegó luego de una temporada destacada: “Para lograr esta convocatoria, creo, en lo personal, que lo importante es ser constante y no tener muchos errores. Tuve muchos aciertos para poder ganarme mi lugar este año”. Sus palabras no suenan a falsa modestia, ya que quienes lo han visto jugar saben de su potencia en el ataque, su precisión en el servicio y una defensa cada vez más sólida.
El proceso de recambio es evidente. Muchas caras nuevas, energías frescas y un estilo que comienza a tomar forma. «Esta vez hubo mucho recambio, pero el grupo es increíble. Siempre quiere ganar, como somos nosotros, los argentinos», afirmó el sanjuanino por adopción, que ya se siente parte de esa identidad tan particular que tiene el equipo nacional.
La cita en San Juan es esperada por los fanáticos, aunque aún no está completamente definida. “Todavía no sale el anuncio oficial, pero creo que Irán no va a poder ir al Cantoni a jugar, así que será otro el equipo contra el que jugaremos. Espero poder estar ahí, poder jugar y hacerlo bien. Va a ser un sueño poder estar y después jugar, que es para lo que me estoy entrenando”, se ilusionó Armoa.
La mirada del jugador surgido en UPCN está puesta en lo inmediato, pero sin perder de vista el horizonte. “Primero me concentro en los entrenamientos, ya llegarán los amistosos, ya llegará la VNL, ya llegará el Mundial. Paso a paso, voy día a día intentando crecer como jugador en la cancha, fuera de ella como persona también”. La madurez de sus palabras sorprende, pero es coherente con la imagen que transmite adentro del rectángulo de juego.
“Ese es mi objetivo, ir paso a paso y ser constante para lo que se viene adelante”, concluyó. Una frase que bien podría ser lema de vida, pero que también condensa el espíritu de esta nueva selección argentina: trabajo silencioso, convicción y una fe inquebrantable en el camino elegido.
Por: Rodo Galdeano
Fuente: Diario Huarpe
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