En una entrevista concedida en la mañana de este domingo a SJ8, Marisa Valdez, jueza del 4° Juzgado de Familia, compartió información relevante sobre el caso del adolescente acusado de haber asesinado a Hebe Yolanda Leguiza (71), expolicía federal, con cuatro mazazos. Valdez destacó el enfoque interdisciplinario empleado en el manejo del caso antes del trágico incidente.
Según Valdez, el caso del menor fue tratado por al menos cinco equipos de manera interdisciplinaria, sin que se detectara un riesgo inminente. La jueza resaltó la importancia de aclarar que se llevó a cabo una evaluación exhaustiva y un seguimiento continuo, involucrando a profesionales de diversas áreas como la psicología y el trabajo social.
El caso se inició en mayo de 2023 a raíz de una denuncia que involucraba al menor, quien había sido remitido a una psicóloga escolar debido a su comportamiento disruptivo en el entorno educativo. Tras este primer paso, el caso fue derivado al Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género (CAVIG) para una evaluación más detallada. Posteriormente, se recomendó la intervención del equipo técnico, donde se incluyó la opinión de un psicólogo particular que atendía al menor. Tras un análisis exhaustivo, se determinó que no existían conductas de riesgo que justificaran medidas más severas que continuar con el tratamiento terapéutico.
La jueza hizo hincapié en que en ningún momento se identificaron indicadores psiquiátricos en el menor, según los informes presentados. Se enfatizó que el seguimiento del caso contó con la colaboración activa de los padres del adolescente y que se actuó conforme a la legislación vigente.
En cuanto al estado actual del adolescente, se informó que fue trasladado a un centro de salud donde recibe atención médica y se encuentra bajo custodia policial junto a sus progenitores. Se está llevando a cabo una evaluación para determinar su ubicación en un entorno seguro de manera definitiva.
Por último, durante un allanamiento en la residencia de la madre del menor, se incautaron prendas de vestir que podrían estar relacionadas con el crimen, las cuales serán sometidas a análisis forenses en busca de evidencia de ADN. El ataque contra Yolanda tuvo lugar en la intersección de las calles 25 de Mayo y Caseros durante la tarde-noche del martes.
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