La escuela que evitó un robo mayor por el ingenio para defenderse de los ladrones

La escuela secundaria José Rudencio Rojo, ubicada en Pocito, demostró ingenio y determinación para protegerse de un posible robo mayor. Con medidas de seguridad improvisadas, impidieron el acceso total de los delincuentes, quienes, a pesar de su intento, solo lograron llevarse una pequeña cantidad de mercadería.

El ingreso a la escuela representó un desafío para los ladrones, ya que las puertas estaban aseguradas con gruesas cadenas, grandes candados y sillas como trabas. Ante la imposibilidad de entrar por los accesos convencionales, los delincuentes optaron por subir al techo, romper una banderola y descolgarse al interior del edificio.

A pesar de sus esfuerzos, los ladrones no pudieron acceder al objetivo principal: la sala de radio, donde se encuentran los valiosos equipos de comunicación. Los candados en las puertas demostraron ser impenetrables, frustrando los planes de los intrusos.

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Ante esta situación, los delincuentes cambiaron de estrategia y se conformaron con llevarse una mínima cantidad de mercadería. Sin embargo, su intento fue frustrado por la rápida respuesta de la alarma, que sonó incesantemente mientras se movían dentro de la escuela.

La directora de la institución, Cecilia Vedia, destacó el esfuerzo de la comunidad educativa para mejorar la seguridad del establecimiento. Con cadenas, candados y sillas como trabas, así como otras medidas improvisadas, están determinados a proteger su escuela de futuros robos.

A pesar de los desafíos, la escuela José Rudencio Rojo demuestra su ingenio y determinación para defenderse de la delincuencia, adoptando medidas proactivas para salvaguardar su patrimonio y la seguridad de sus alumnos y personal.

 

 

Op: Juan Llarena

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