La crisis económica reduce a la mitad la visita de jubilados a las cafeterías de San Juan

La crisis económica y la inflación impactan con fuerza en los hábitos cotidianos de los sanjuaninos, y el café, ese ritual que une a amigos y familiares en las clásicas cafeterías del centro, se está convirtiendo en un lujo difícil de sostener, especialmente para los jubilados.

Las concurrencias habituales de adultos mayores, que solían disfrutar del café diario acompañado de tortitas o una charla con amigos, se redujeron casi a la mitad. “Antes, Don Pepe, Don Juan y otros amigos venían todos los días. Hoy vienen la mitad. De diez personas por mesa, ahora son cinco”, relató una comerciante del rubro gastronómico local.

Los precios también reflejan esta realidad. Un café con tortita y soda se cotiza actualmente en $3.200, mientras que un almuerzo completo con bebida puede alcanzar hasta $25.000 si se incluye vino. “El café aumentó un 200% y, aun así, el consumo bajó. No es cuestión de lujos, sino de que la billetera no alcanza”, resumió la comerciante.

La crisis obligó a varios locales a reducir su personal, en algunos casos casi a la mitad, afectando no solo a los consumidores, sino también a las familias que dependen del sector gastronómico. “Detrás de un plato de comida hay hasta ocho familias”, advirtieron desde el sector.

Esta realidad local coincide con una tendencia nacional: una encuesta de Kantar mostró que el 76% de los argentinos salió menos a comer fuera durante el último año. En los sectores socioeconómicos más bajos, la caída en la salida a comer alcanza el 85%. Las cafeterías, elegidas por el 29% de los consumidores, sufren una importante retracción en la afluencia.

En San Juan, el café cotidiano dejó de ser un simple hábito para transformarse en un sacrificio para muchos jubilados, quienes hoy ven en ese momento de encuentro un lujo que ya no pueden darse.